Buenos días, Ceuta.
En mis paseos por las zonas más ‘populistas’ de las ciudades
costeras, que asumen al Sol como patrimonio propio, suelo
observar la existencia de mujeres cortas de vestimenta y
largas de miradas con intenciones seductoras pero que ponen
precio a las consultas.
Estas mujeres son ahora uno de los productos de una fuerte
contradicción que acomete el Gobierno de este país. Sus
supuestas ganancias son incluidas en el cálculo del PIB y
son ganancias ilícitas lo que resulta tremendamente
grotesco.
Lo mismo pasa con las drogas y ello me lleva a la conclusión
de que el Estado –no solo el español sino casi todos los
países fuertes de la UE- es cómplice de actividades
ilegales.
Solo falta que se añadan todas las actividades delictivas,
con el resultado final de que este país estaría a la cabeza
de la economía mundial y los ciudadanos tendrían una renta
per cápita de dimensiones galácticas. Incluyendo los sobres
de Bárcenas.
Una trampa más, de jugadores de póker con manga larga, para
crear ilusiones y tapar chanchullos económicos.
Con sólo esa estimación subjetiva para agrandar el PIB del
país, están ofreciendo una base bastante amplia de que esas
actividades ya no sean delictivas o por el contrario se
deberían deducir completamente las intervenciones de las
Fuerzas de Seguridad con las drogas, las multas a las, y
los, que ejercen la prostitución, subsidiariamente con sus
clientes… pero no lo hacen. Les va mejor aumentar que
restar.
Este aumento ficticio de apuntes contables llevará a la
larga el hundimiento total de la economía del país, por
cuanto la carencia de una regulación de estas actividades
impide cotizar, recaudar impuestos y tasas. Además no
contribuyen a los gastos generales y sociales.
Mucho cuento con eso de la recuperación económica, pero a la
hora de la verdad este Gobierno carga, un año más, el ajuste
contra los empleados públicos y los pensionistas.
Los pensionistas tampoco divisarán la recuperación, al
recoger los presupuestos estatales el nuevo índice de
revalorización de las pensiones.
Por otro lado, me sigue asombrando las asignaciones a la
Iglesia Católica… si su reino no es de este mundo, como
siempre pregonan… ¿qué coño pintan cobrando de este mundo?
Opino que esta institución, como cualquier otra ONG, debe
ser mantenida por sus feligreses y no con el dinero de todos
los españoles.
Si un ciudadano no cree en ella, si ese ciudadano no está
bautizado, si ese mismo ciudadano es homosexual… ¿por qué ha
de mantener a esas Iglesia, que además es homófoba?, si
tiene organizaciones de caridad ¿por qué no hace esta labor
el Estado?
Poniendo las cosas en su sitio, dentro de una realidad muy
palpable, nuestro PIB no sería un quebradero de cabeza, pero
no es ni será así: somos un país de castas ambiciosas.
Díganos, señores del Gobierno encargados del maquillaje de
nuestro PIB, ¿Cómo contemplan la economía de reyes, reinas,
príncipes, princesas, infantas, herederos al trono, duques,
marqueses, condes, vizcondes, barones, etc. con sus
respectivas parejas y su incidencia en el PIB? ¿Hemos de
mantener este tinglado?
Lo que no entiendo bien es el cómo calculan el PIB sin
producir quebraderos de cabeza. La prostitución no es dinero
nuevo o viejo, es el mismo dinero que posee uno y otro, solo
cambia de manos, salvo cuando el proxeneta de turno se pira
del país, que entonces afectaría a la balanza económica en
general como esas exportaciones de dinero de los inmigrantes
hacia sus respectivos países.
En cuanto a las drogas… si son intervenidas, casi siempre,
suele ser capital ‘esfumao’ al ser quemadas por ley y no
creo que unas cenizas, que a veces ‘flipan’ a quienes
intervienen en la quema, tengan valor económico para
cálculos invisibles del PIB.
En fin, la vida sigue y yo también, flipando por momentos
‘in crescendo’ de cómo llevan la economía unos señores que
dicen ser legales con productos interiores brutos ilegales.
¿Vds. lo entienden?
|