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Hoy se celebra el Día Mundial del
Turismo. Un sector en el que Ceuta quiere convertirse en una
referente, ser un destino emergente y lograr captar turistas
tanto del otro lado de la frontera, como de los que llegan a
través del Estrecho de Gibraltar. Y es que, una ciudad sin
industria, sin sector primario, y con una economía
eminentemente de servicios, pocas son las opciones que tiene
para sobrevivir. Por ello, el turismo es un salvavidas al
que Ceuta lleva años intentando engancharse. Sin embargo,
los proyectos para conseguirlo apenas han traspasado los
papeles en los que se han esbozado. Muchos se han quedado en
el tintero, mientras los empresarios se han adentrado
tímidamente con iniciativas que no han terminado de calar.
Los problemas deben quedar atrás. Ahora es el momento de
mirar hacia delante, ver las oportunidades de negocio y
captarlas al vuelo. Aprovechar la sinergia con Marruecos, un
país exótico que atrae a un gran número de turistas es una
obligación ineludible. También lo es aprovechar el mar y
poner en valor la cultura náutica, así como promocionar los
deportes que tienen que ver con este entorno. Desde la
Cámara de Comercio, en esta nueva etapa, están dando un paso
para coger el último tren y subirse al negocio turístico, en
el que tantas cosas tiene que ofrecer la ciudad. Lo único
que necesita es una buena promoción, ideas imaginativas y
voluntad que hagan de la ciudad un referente turístico. Su
patrimonio, con el único foso navegable de Europa, el Parque
Marítimo del Mediterráneo, fortificaciones miltares y una
tradición que guarda el cañonazo de las doce como una de sus
insignias, la convivencia entre las cuatro culturas con sus
festividades y tradiciones, o su riqueza gastronómica son
los ingredientes perfectos. Ahora solo falta ponerlos a
cocinar.
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OPINIÓN / EDITORIAL
