Y eso que, particularmente, me
gusta este espectáculo que ya es más que un simple deporte.
Pero la situación del mundo hoy, con crisis, enfermedades
como el “ébola”, guerras ininterrumpidas y falta de
razonamientos, en asuntos importantes, no pueden ser
ocultados por un espectáculo que si se lo propone “hace
olvidar” todos los demás problemas, con sólo que una de las
figuras del momento le de un día por marcar cuatro goles.
Y eso de “hace olvidar” depende de a quien, porque a los que
no se les olvidan muchos de esos problemas que acucian al
mundo es a quienes están sufriendo tales problemas.
Ya hace muchos años, allá por 1971, con el régimen del
General Franco, los descontentos de todo, que los había
entonces como los hay ahora, se quejaban de que la víspera
del 1 de mayo, en TVE, la única que había entonces, se ponía
una buena corrida de toros y, a continuación, o un partido
de fútbol, de los que atraían, o las actuaciones de la
Selección Española, y eso que entonces no ganaba
prácticamente nada. Eran otros tiempos, simplemente eso.
Pero ahora, nadie duda de que las cosas han cambiado, eso sí
de nombre y poco más, aunque los que están en altos cargos,
muchos de ellos, aprendieron bien a buscar “las bolsas” que
antes no se sabía si existían, con el dinero ajeno. Y con
esos cambios, algunos de los cuales sin ser denunciados por
la “progresía barata”, seguimos teniendo fútbol hasta en la
sopa, porque es la panacea que oculta, ahora especialmente,
muchas fechorías, y además produce mucho dinero que se puede
descontrolar.
Es una locura el fútbol que ha habido, pongamos por caso,
desde el pasado día 1 de mayo, con el final de las
competiciones locales, con el final de las competiciones
europeas, con el Mundial, con los partidos amistosos del
verano y con los primeros compases de la liga junto a la
primera jornada de la Champions.
En definitiva, es un verdadero disloque, que “atonta” a
unos, enriquece a otros y quita muchas horas de pensamiento
a los que se podría suponer que son sensatos.
Si ahora mismo echamos la vista hacia atrás, de los últimos
días, vemos que tuvimos fútbol el sábado, el domingo, se
terminó la jornada el lunes, comenzó la siguiente jornada el
martes, siguió esa jornada el miércoles y siguió el jueves.
En definitiva, “el mundo al revés”, o eso parece, con esta
locura que produce más locura aun en las tertulias nocturnas
de las televisiones, en las que unos no dejan hablar a los
otros, los unos cacarean según vayan los equipos de sus
colores, y todo ello tratando de hacer pasar el rato a los
“desocupados”, pero dando la imagen de parte de lo que es
este país, falto de seriedad, y pendiente del cotilleo si es
que faltan la pandereta o las castañuelas.
Y ya que estamos con tanto fútbol, con lo que se disfrazan
las subidas de impuestos, o el intento de secesión de una
parte de nuestro país, lo bueno sería que desde las altas
esferas, ahora que entramos en la carrera de las elecciones
legales, desde esas altas esferas, sin partidismo y con la
verdad por delante, se nos diera la seguridad de que esas
aventuras de secesión o de separación han sido un simple
sueño de un demente que se ha dormido, mirando a las
estrellas, y ha querido que los otros le vayamos siguiendo
somnolientos y sin ver lo que tenemos delante de nuestros
propios ojos.
Muchos problemas, algún intento de solucionarlos, y mientras
tanto, para seguir “más” mirando a las estrellas, fútbol a
la carta a todas las horas del día y durante toda la semana.
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