CEAR ha lanzado su campaña de sensibilización, denuncia y
captación acerca de la vulneración del derecho de asilo y de
los derechos humanos por parte de los gobiernos, tanto a
nivel nacional como europeo.
Mientras CEAR exige que se cumplan tanto la Convención de
Ginebra como otras normas nacionales e internacionales,
mientras la guerra, la violencia, la pobreza extrema, las
persecuciones religiosas, étnicas, y las violaciones de
derechos humanos, que siguen ocurriendo en tantos países
africanos, “en nuestro país se acumulan las evidencias de
que el Gobierno español se salta la ley impidiendo el acceso
al derecho de asilo”.
“En CEAR calculamos que al menos el 50% de las personas
atrapadas en la frontera de Ceuta y Melilla son personas
susceptibles de ser refugiadas, es decir, personas que están
protegidas por nuestra legislación, que tienen derecho a
acceder al procedimiento de protección internacional y
rehacer su vida en un país donde ésta no esté amenazada”,
explica la secretaria general de CEAR, Estrella Galán.
Por eso, coincidiendo con el Día Internacional de la Paz,
celebrado el pasado domingo 21 de septiembre, desde CEAR
lanzó una campaña que pretende hacer reflexionar a la
ciudadanía a través de una pregunta no explícita: “¿Qué
hubiera pasado si Albert Einstein hubiera sido africano?”
Para CEAR “si Einstein hoy fuera africano tendría que
enfrentarse a difíciles y peligrosos obstáculos para obtener
protección/asilo”.
Preguntas similares se insinúan respecto a otras personas
refugiadas célebres como lo fue Marlene Dietrich o lo es el
Dalai Lama.
Desde CEAR defienden que “todas las personas refugiadas,
sean quien sean y vengan de donde vengan, tienen derecho a
acceder al procedimiento que les proporcionará un lugar
seguro donde vivir, aunque no sean intelectuales,
deportistas de élite... sino ciudadano de a pie”.
Poe ello, CEAR insta una vez más al gobierno de España a que
“garantice el respeto a los derechos humanos y el acceso a
la protección internacional de las personas que llegan a la
frontera, que incorpore ya un enfoque de derechos humanos en
la aplicación de sus políticas de control fronterizo y que
se abstengan del uso de medidas que ponen en peligro vidas
humanas”.
“El uso de las concertinas y de métodos violentos en
nuestras fronteras, así como la falta de vías de acceso
seguras para solicitar protección internacional, colocan a
estas personas en una situación de indefensión y
desprotección y suponen una clara falta de respeto a los
derechos fundamentales”, aclara Estrella Galán, Secretaria
General de CEAR.
|