Correos no sólo tiene que luchar contra la competencia, que
no es poca, sino que lo tiene que hacer consigo mismo y esto
es lo peor.
Empresa estatal, perteneciente al grupo SEPI, lucha, sin
pausa, adaptándose a la demanda de los usuarios y de los
mercados. Facilitando la formación de su personal, haciendo
un gran esfuerzo en disponer de todo tipo de medios que
posibilite un eficaz funcionamiento. Para correos la
prestación de un servicio de calidad es fundamental.
Pero lo dicho no es válido para Ceuta. Raro es el ciudadano
que utiliza habitualmente este medio de forma particular, no
comercial, que no tenga acumulada alguna queja. La
implantación de un nuevo medio para recaudar, que de paso
pretendía facilitar y prestar un mejor servicio, se ha
convertido en una gran cagada. La improvisación y un mal
cálculo, seguido de una mala estrategia, están llevando a
Correos de Ceuta por unos parámetros económicos y de calidad
verdaderamente pésimos.
Las causas son de distinta naturaleza, por un lado, la
fijación hasta la obsesión, que algunos responsables tienen
con que el usuario, no comerciante, pague por todos los
objetos que, a través de Correos, recibe. Para eso Correos
en Ceuta lo supervisa todo. No existe la entrega sin este
trámite. El usuario tiene que pagar según el valor de lo que
recibe IPSI+DUA, a pesar de que, en muchas ocasiones, ya
venga cargado con el IVA, por lo que se produce una doble
imposición. Pero… eso es lo que hay.
Por otro lado, no es aceptable que los compromisos de
calidad no se respeten sistemáticamente y que los plazos se
alarguen por un sistema claramente injusto. Los retrasos en
las entregas de los envíos por este trámite pueden hacer
perder semanas. Por si fuese poco, los lumbreras han
conseguido que, en el actual mal sistema, los costes en
salarios sean superiores a lo obtenido, además, la bajada en
calidad del servicio está produciendo una pérdida
sistemática de clientes. Son muchos los que piensan que
viajar a la península, les compensa.
Por otra parte, ¿no resulta contradictoria la
presión-obsesión a la que están sometidos los usuarios de
Correos con el hecho de que los ciudadanos que regresan a
nuestra ciudad portando todo tipo de compras, que viajan de
forma particular, no comercial, no tengan esa misma
presión-obsesión?, ¿no somos los mismos ciudadanos?
Bien, Correos tendrá que hacer algo algún día, que no se
diga que entre todos lo mataron y él solito…
* UGT-CEUTA
|