Es lo que parece que ha comenzado
a hacer Carracao, cuando no hemos hecho más que comenzar el
“pedaleo” en busca de la meta final de las elecciones
municipales.
Y el PSOE, al igual que todos los demás, aunque algunos como
Caballas aparentan enemistad, pero son fieles aliados del PP
(por algo será ¡Aróstegui!, por algo será), tienen como
punto de mira al PP, no para ganarle las elecciones, que hoy
por hoy es imposible, pero sí para debilitarlo, cada día
más, e intentar que la victoria no sea por mayoría absoluta.
Carracao, ahora más que nunca, sabe que, definitivamente, se
está jugando más que nadie, incluso entre los suyos, porque
el tiempo ha pasado y dentro del propio PSOE hay quien sigue
sin aceptar que “un chaval joven” apartara de la escena
política a muchos que, incluso con cargos oficiales, fueron
mandados al ostracismo.
Por todo esto, Carracao haría muy bien en no ceder ni un
metro de terreno, en la propia casa, y seguir teniendo
apartados a muchos de esos “camanduleros” que buscaron e
incluso lograron puestos oficiales, para los que no estaban
preparados.
De siempre me ha caído bien, muy bien, José Antonio Carracao,
al que he visto, en todo momento, como un hombre honrado,
cumplidor con sus cometidos y alejado de todos los “trepas”
que hay, pero ya hay menos, en su propio partido.
Y Carracao no se va a tener que enfrentar a IU, por ejemplo,
no creo que se tenga que enfrentar a Ciudadanos, pero sí se
tiene que batir, con todas sus fuerzas, al PP, partido en el
poder, y a su sucedáneo Coalición Caballa, porque todo lo
que pierda el PP, y más aun, todo lo que pierda Caballas
puede ser para el PSOE, o para subir en un par de escaños
más.
Y aunque pudiera parecer que le quite el sueño el poder, no
es así, y no lo es porque sabe en qué terreno está pisando y
sabe, también, que Juan Vivas va a volver a ganar las
elecciones, pero que la mayoría absoluta será otro cantar, y
el PP, sin mayoría absoluta, es muy difícil que gobierne,
porque incluso los más allegados a ellos, caso de Caballas,
tratarían de hacer “encaje de bolillos” para poder estar
ellos más cerca de la tarta del poder, que nunca han podido
tocar.
Y tiene razón Carracao, cuando dice que “éste es un Gobierno
que ya no da más de sí”. Es cierto, lo ha dado casi todo, a
lo largo de estos más de 12 años se han ido “quemando”
muchos de los que tenían peso, otros de los que daban la
cara, aunque algo les iba cayendo a su favor, y en las
próximas elecciones, no me cabe la menor duda de que, el
escaparate estará diseñado de una forma muy diferente a como
ha estado antes, y la gente con “hambre” de poder o de lo
otro, lo primero que tratará de amarrar es lo suyo, en
cuanto a poder me refiero, para seguir luego con la labor de
conjunto.
Llegados a esta situación, Juan Vivas, todavía, sigue
aguantando los chaparrones, los ha sabido esquivar, en los
momentos más difíciles, pero creo que no tardará en llegarle
su momento, en el que a él, como pasó a otros, también le
llegue su final, y ahí es donde tendrá que agarrarse
Carracao, por si acaso fuera, precisamente, ese último
domingo de mayo, cuando le llegue a él su turno.
Ahora o nunca, dejar pasar esta ocasión sería perder un buen
porcentaje de posibilidades de ser uno de los primeros
espadas de la política de la Ciudad.
Ahí están los ejercicios, habrá que saber hacerlos mejor que
los otros.
|