Pero, también, con derrotas o con
empates, algo a lo que no parecían estar acostumbrados,
meses atrás, los del “Cholo” Simeone y sus seguidores.
Era mucho pedir y un año puede “sonar la flauta”, pero dos
años seguidos es complicado y tres una utopía.
La semana que terminó ha sido “la cruz” para los rojiblancos
de la capital de España, que se las prometían muy felices,
tras la victoria en “Chamartín”, frente al Real Madrid, y
tras esa victoria tuvieron el primer patinazo serio, en
Atenas, ante el equipo entrenado por Michel, mientras que el
sábado, hace tres días, un resbalón peligroso, en casa, ante
el Celta de Vigo, que vino a Madrid a lucirse y además de
llevarse los tres puntos del Manzanares les dejó un gol de
tacón que fue un auténtico lujo.
Ahora a seguir, pero sabiendo por donde se pasa, porque ha
bastado ese empate, en casa, para que el mismísimo “Cholo”
al que más de uno, desde la prensa, quería santificar, ahora
haya sido pitado, en su propio campo. La risa anda a
barrios.
El fútbol no son matemáticas, aquí basta con que el balón,
con sus caprichos, se niegue a entrar una tarde, para que
los que te adoraban a las seis de la tarde, luego te
escupan, en la cara, a las ocho menos cuarto.
Es lo que se da en todas partes y si a verdaderas figuras,
en cualquier parte, les han puesto “de vuelta y media”, no
iba a ser una excepción el “Cholo”, cuando ha perdido dos
puntos, ante uno de los que terminará, si acaso, pidiendo la
hora para que concluya la competición.
Dicen en mi pueblo que “la risa anda a barrios” y como en
todos los refranes hay un punto de razón en esta frase, ya
que no hay que mirar más que ocho días atrás y veíamos al
propio “Cholo” santificado, en tanto que trataban de llevar
hasta “las calderas de Pedro Botero” a Casillas, James,
Ramos y compañía, tras haber perdido, en su propio campo,
ante el mismísimo Atlético de Madrid.
Ahora, una semana más tarde, bastó la goleada que hace
historia para el Madrid fuera de casa, para que los
Cristiano, James, Chicharito y compañía hayan sido colocado
en las alturas, en tanto que el “Cholo” ha sido
“zarandeado”. Es el resultado del “partido a partido”,
cuando las cosas no salen como uno quisiera.
El fútbol atrae y aporta alegrías y disgustos, en su amplio
sector hay de todo, como en botica, y cuando ciertos
intereses bastardos han sido cortados, aquellos que recibían
las prebendas se envalentonan y crucificarían, si lo
pudieran, de nuevo, al mismísimo Cristo.
El ejemplo lo tenemos en el Madrid de ahora mismo, cuando su
presidente, harto de las gamberradas de los ultra sur, ha
dicho “basta” y los ha apartado de su “santa santorum”,
donde se desenvolvían a su antojo y capricho.
La reacción no se ha hecho esperar, pero la razón tiene su
justo camino y, a pesar de intentarlo, no fueron capaces de
abortar la asamblea anual del club.
Algunos, unos pocos, se acercaron hasta IFEMA, otros, si
habían trasnochado, prefirieron no ir hasta allí, porque
sabían que se les iba a estar esperando como ellos lo
merecen.
Lo que un día hizo Laporta con los radicales del Barça,
ahora lo ha hecho Florentino Pérez con los ultra sur, y es
que, con resultados mejores o peores, en lo deportivo, lo
que no se puede tener en los clubes es cierta escoria que no
aporta nada bueno y que apartándoles de estas entidades,
desde ese momento, ya está ganando el club, no sé si partido
a partido, pero sí con sensatez, buen talante y seriedad
cada día que hay competición.
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