Un medio afín, daba ayer así la noticia del resultado de la
asamblea de VOX. No sé si habrá sido un comunicado enviado
por el gabinete de prensa del propio ‘triunfador’ o por
algún conocido director de programa del fin de semana de
esRadio, declarado ferviente seguidor del mismo. Cualquiera
que sea el origen, no iba a ser muy diferente el resultado.
Pero hay otra lectura del resultado asambleario:
Primero se ‘enmascara’ la cifra al decir que “han
participado” más de mil afiliados -¿cuántos más de mil?-,
sin decir que ha sido el voto electrónico el que representa
más del 60% de esa participación, ya que no había cubierto
ni el 50% del aforo del Teatro de la Latina, con capacidad
para menos de mil personas.
Después, si de los supuestos 3.680 afiliados que hace unos
días decían las fuentes del partido que estaban en la base
de datos, obtener 1.010 votos es una abrumadora mayoría, que
baje Dios y lo vea. Se trata de un exiguo 27’5% de esa masa
de afiliación. ¿Dónde está esa ‘abrumadora mayoría’?
Está claro, si consideramos los obtenidos por los dos
candidatos: 1.010 + 99 = 1.109, son más de mil, sí, pero
sólo el 30% de esa supuesta afiliación. Deberíamos saber
cuántas abstenciones había ya que, en una más de las
irregularidades del proceso electoral, sólo se podía votar a
una u otra candidatura, pero no existía la posibilidad de
abstención, que me consta que muchos hicimos al no estar de
acuerdo con ninguna de las dos, o de votar en blanco. Los
datos que me llegan de algunos asistentes es que los votos
presentes, en ninguno de los cuatro puntos que se incluían
en el Orden del Día de la asamblea, nunca llegaron a
cuatrocientos ¿…?
Además, a menos de cuarenta y ocho horas del cierre de la
admisión de candidaturas, uno de los admitidos, que habría
sido el tercero en discordia y, sin duda, el mejor y más
creíble, se retiró ante la falta de transparencia de los
datos solicitados, ya que no se le pudo facilitar -al
parecer, no existía-, como regulaba el proceso, el acta
notarial con el cierre de afiliados al 26 de Julio, por lo
que surge la duda de si se ha respetado ese requisito o
votaron algunos de los afiliados posteriormente. La falta de
transparencia, como el propio Abascal parece que reconoció
en su ¿debate? con el otro candidato, al que él mismo
avalaba -algo curioso-, ha sido una de las características
de este Comité Ejecutivo Nacional provisional (CENp) del
que, ¡oh, cielos! Santiago Abascal era su Secretario General
y ‘gran elector’ de la mayoría de coordinadores provinciales
que, según se ha dicho por algunos afiliados –yo no lo sé,
pero los que lo dicen, será por algo-, no han dudado en
hacer campaña por su mentor.
El candidato que desistió, informó también, como una de las
causas que le llevaron a tomar esa decisión, de que en la
base de datos que le dejaron ver, había un gran número de
afiliados a los que les faltaban datos de identificación
importantes y necesarios, estando muchísimos de ellos con
una dirección de correo genérica, algo así como <afiliadosvoxsinmail@gmail.com>,
es decir, que era imposible que estos afiliados pudieran
recibir información y, por tanto, tuvieran la posibilidad de
votar telemáticamente ¿Quién ‘gestionaba’ esas cuentas?
Obviamente el que las abrió. La estimación que se transmitió
por el entorno de este candidato frustrado fue la de que, no
más de 2.000-2.500 afiliados tenían la información en regla,
o sea, podían participar de pleno en la asamblea –no sabemos
si todos de alta o algunos ya dados de baja, en proceso de
tramitación- En cualquier caso, las cifras de participación
/ presencia dicen que menos del 50%, de esos posibles 2.500,
lo ha hecho.
Y una persona asistente a la asamblea me dice que, si se
descontasen los procedentes de SCD, los asistentes hubieran
sido poco más de cincuenta.
En fin, un cúmulo de irregularidades que han sido objeto de
escritos de impugnación –el último ayer-, pendientes de
respuesta por ese CENp, inactivo en lo fundamental y
dividido desde el pasado 26 de Mayo, día siguiente a las
elecciones al Parlamento europeo, fecha de inicio de lo que
hoy se ha consumado. La pregunta es: ¿Se empezó realmente
ese día el cisma o estaba diseñado con anterioridad? El
tiempo, ese juez implacable que da y quita razones, pondrá
las cosas en su sitio, pero mi pronóstico es que VOX se ha
dado el tiro en el pie que le faltaba, como se veía venir
desde hace varios meses.
R.I.P. VOX. Nace DENAES-VOX. A repartirse el pequeño pastel
con AES, si llegan así a las próximas elecciones municipales
y autonómicas. Que está por ver.
Apostillas
Algunos me dicen que tengo algo personal contra Santiago
Abascal y, a ellos, les respondo: Se equivocan. No tengo
nada personal contra Santiago Abascal. Simplemente lo he
visto, muy de cerca, actuar, o no actuar, durante cinco
meses, hasta las elecciones al Parlamento europeo, y otros
tres meses más, después, y he podido comprobar lo que otros,
que sólo ven lo superficial (tertulias, entrevistas,
concentraciones o eventos) y oyen bonitas palabras, no han
visto ni oído. Simplemente eso. Y no sólo lo he visto yo.
Hay centenares de afiliados que ya se fueron desde el 26-M y
otros tantos que lo haremos en los próximos días. La
realidad, unos 1.500 afiliados de los que, la mitad,
aproximadamente, corresponden a esa buena gente que sólo vio
lo superficial. Créanme.
Y para los que dicen que he contribuido a ‘romper’ VOX, una
sola cuestión: ¿Para ‘destruir’ VOX estuve cuatro meses
yendo a Córdoba, todas las semanas, animando a muchos a
afiliarse; organicé –organizamos- un acto de presentación de
VOX en un céntrico hotel en tiempo récord –un éxito, por
cierto-; sacando mesas a la calle y parando a la gente que
ni conocía el partido; recorriendo la provincia, hasta
obtener con la colaboración de algunos buenos amigos, que
conservo pese a lo ‘malo’ que he sido, 3.000 votos en la
provincia, 2.000 en la capital? Cifras, por cierto, por las
que, a priori, nadie daba ‘un duro’ –la prueba es que
Córdoba estaba ‘descatalogada’ como ciudad objetivo por
quienes ‘organizaron’ la campaña electoral y nos las
arreglamos como pudimos. ¡Qué distinto hubiera sido si en
todas las provincias se hubiera trabajado como en Córdoba!
Pero a algunos no les interesaba esa línea de actuación ¿por
qué? Ahí lo dejo.
Pues, para ‘romper y destruir’ VOX de la manera dicha, me
gasté de mi bolsillo casi 1.800 € en AVE y combustible –el
alojamiento lo tenía cubierto con mi familia allí-, mientras
otros cobraban generosos sueldos del partido por hacer menos
– y a gastos pagados- o presentar su libro en provincias
convocando a afiliados por métodos no muy ortodoxos.
*VOX CEUTA
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