Hoy, 21 de septiembre, es un día que llama al
reconocimiento, al compromiso y al esfuerzo. Hoy, para
muchos y muchas es un día marcado de luces y de sombras.
Hoy, 21 de septiembre, Día mundial del Alzheimer, es
ineludible y necesario mencionar al sacrificio, a la
constancia y a la lucha, de quienes padecen y de quienes
acompañan en la búsqueda de la dignidad y esperanza de esta
temida y trágica enfermedad degenerativa, que se adentra
adueñándose, como si de un manto de niebla se tratara, de
sonrisas y recuerdos, de lágrimas y silencios, que golpean
el alma y la vida, de quien la sufre y de quienes les
rodean.
Hoy, más que nunca es un día para recordar y un día para
resaltar y manifestar mi admiración, consideración y respeto
por quienes sufren esta adversa enfermedad y por quienes día
a día acompañan en el sufrimiento y en la intensidad y
desenlace de la lucha.
Hoy es el día del ejemplo, un día que destaca más que nunca,
por dar sin esperar, por cuidar y velar y por hacer del
olvido un grito a la sensibilidad. Transformar la magia de
una mirada en un gesto y la lucha en un recuerdo.
La oscuridad del olvido se torna y traduce en la luz del
sacrificio y compromiso de quienes acompañan al ser querido
en su tortuoso y curvo camino de la desesperación y el
desaliento.
No puedo más que elogiar y agradecer, a todos aquellos y
aquellas, que con su trabajo y dedicación por mejorar y
hacer de la vida de las personas, que padecen la enfermedad
del Alzheimer, una vida digna.
Una vida, que a pesar, de las tristezas, el desasosiego, la
soledad y el sacrificio que supone tener al cuidado a una
persona de estas características, son capaces de concebir su
día a día, como una experiencia colmada de significado y
compromiso.
El tesón y la grandeza, unido a la devoción y a la
disposición, por parte de quienes se entregan al cuidado,
llegando a dejar incluso de lado, su propia vida e
intereses, en aras de satisfacer a quienes cuidan, no hacen
más que acrecentar, mi más sentido adeudo al trabajo y al
respeto, de todos aquellos y aquellas que batallan entre el
olvido y el recuerdo y el deseo y logro.
Hoy, reivindicar mejorar el sistema de servicios destinados
a atender y optimizar un mayor bienestar y prevención del
deterioro socio familiar de las personas enfermas de
Alzheimer, así como fomentar el compromiso y mejora de la
calidad de vida de los y las cuidadores, es de obligado
cumplimiento. Sin embargo, no hay que olvidar, que todos los
días, son 21 de septiembre, y que el recuerdo en la atención
de familiares y enfermos es de todos y todas.
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