Adiós al verano, adiós a las
vacaciones y, a partir de ahora, bien venido sea el nuevo
curso en la Justicia, la Política y la Enseñanza.
Atrás han quedado los calores del verano, las vacaciones ya
se han ido y con ello un nuevo curso está dando sus primeros
pasos.
A todos nos afecta, a cada uno en su terreno, pero a los que
más va a ir preocupando, a medida que avancen las semanas,
será a los responsables políticos que en la última semana de
mayo tengan que dar la cara ante los votantes.
Entonces sí tendrán que dar la cara, por muy dura que sea, y
tratarán de ir haciendo “la multiplicación de los panes y
los peces” con lo que han hecho en los últimos cuatro años y
con lo que piensan hacer una vez que se hayan celebrado las
elecciones del último domingo de mayo de 2015.
Lo que más me agrada de todo esto, creo que ya lo he dicho
en días pasados, es que ya se acabó eso de que aparezcan en
la parrilla de salida dos o tres formaciones, de las que
una, desde antes de salir, tenía asegurada la mayoría
absoluta.
Y el personal no es tono, a pesar de que la casta política,
a la que podemos pertenecer cualquiera, “no da puntá sin
hilo”, cuando quieren “arramplar” con la mayoría de los
votos para gobernar, sin que nadie les moleste, a lo largo
de los cuatro años siguientes.
Y es que, si no somos memos, no debe extrañarnos del celo de
algunos de ellos que de no ser por el cargo político, al no
tener oficio ni beneficio, andarían “a la cuarta pregunta”,
mientras que, en tanto que están “en el machito” se muestran
como los marajás más poderosos.
Lo que más me gustaría oír ahora mismo ya es que toda esa “subcasta”,
la de los asesores, se va a reducir. Llegado a este
planteamiento parece que soy un poco iluso, porque ya me
dirán a donde iría esa corte que acompaña a alcalde y
concejales, en cada una de las salidas, aunque sea,
simplemente, a inaugurar un Belén.
A lo largo de los años que llevamos de democracia, se han
visto casos de todos los colores, pero es difícil encontrar
un lugar con más enchufados que en “la santa casa madre de
Ceuta”, aunque todo sea por el buen funcionamiento de la
propia casa, que no sé si está a la altura de tanto personal
o de si tanto personal da “altura” a la propia casa.
Las candidaturas se empiezan a pergeñar y, desde ahora, las
visitas a los que van organizando las candidaturas se
empiezan a hacer cada día más frecuentes “¿Qué hay de lo
mío?” o “¿En qué puesto voy a ir?”, haciendo mil guiños de
decepción el que va por detrás del puesto 13.
La auténtica bomba, en Ceuta, sería que el actual alcalde,
por aquello de que ya lleva más de una docena de años,
dijera que “daba la alternativa” a otro, eso sería noticia
de ámbito nacional, pero no se va a dar, como tampoco se
dará que alguno de sus allegados siga en la nómina del
Ayuntamiento. Tiempo al tiempo.
En el PP ya empiezan los movimientos y las críticas a si el
partido sigue vivo, en Ceuta, o si se lo están dejando
morir. Particularmente, aquí, no creo que peligre la mayoría
absoluta, pero lo que sí está más que claro es que obtendrán
menos votos que hace cuatro años y lo que sería peligroso
para ellos es que entren en esas guerras internas, “que
haberlas haylas” y que podrían ocasionar un descalabro.
No nos debemos olvidar de que en 1982, un partido, la UCD,
pasó del Gobierno a la desaparición, por las intrigas y las
guerras de guerrillas internas.
El PSOE debe subir, porque no lograr 3 o 4 escaños más que
los que tiene sería fracasar y sería el volver a empezar,
cuando no estamos para nuevos experimentos.
De los demás, sinceramente, el que más atrae es CIUDADANOS,
porque es el único que no está salpicado por corruptelas, ni
por negocios sospechosos de influencias o tráfico de
influencias. Ahora lo que hace falta es que “sepan vender”
la imagen que tienen y que sepan el terreno que pisan, desde
ahora en adelante.
Los demás ..., ya iremos viendo y, sin lugar a dudas, el
fracaso puede llegar a Caballas.
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