Buenos días, Ceuta.
Vengo saturado de una tertulia, en la que dos tercios son
furibundos defensores de la españolidad; la mitad del tercio
restante se declara partidaria de que Andalucía tenga plenas
competencias; la mitad de la otra mitad del tercio restante
opina que todo es un disparate y que venga Franco de nuevo y
la mitad restante de esa otra mitad opina que la voluntad es
del pueblo.
O sea que predomina la españolidad en la tertulia. Una
españolidad aupada por los Reyes Católicos según uno de los
contertulianos que dice ser estudioso de la Historia del
país. Lo que resalta en esa españolidad que manifiesta ese
tercio de tertulianos es que la mayoría eran funcionarios
del Estado, hoy jubilados, que van desde miembros de las
Fuerzas Armadas hasta funcionarios de Correos y Telégrafos.
Afirman su españolidad por lo de las pensiones, creo.
He soltado el tema del torpedo de Rajoy y la mayoría
concuerdan que es una soberana tontería. La Unión Europea no
se hunde porque uno de los países miembros se independice
del otro.
Les pregunto si han comparado la no pertenencia a la UE de
países como Andorra y Suiza manifestándoles que la
independencia de países europeos de otros países miembros de
la Unión Europea no es ningún torpedo. El torpedo lo lanza
el propio Rajo, que quiere vetar la permanencia en la UE de
posibles nuevas naciones, y si no lo hiciese todo seguiría
igual, porque seríamos los mismos en el espacio europeo y si
no es así será porque el Gobierno de este país se esforzará
en que salgamos. Todo tipo de comentarios sueltan los
contertulianos ante mis palabras, sobre todo los que apoyan
sin fisuras al PP, que estallan con sus rostros encendidos
de un vivo rojo y no por el vino, que no beben.
Uno de ellos, con cierto retintín, me pregunta si quiero
saber de dónde viene la mayor parte de la población
catalana, asegurando que sin la inmigración del resto de
España, Catalunya tendría mucho menos de la mitad de
habitantes que tiene ahora…, le respondo con sus mismas
palabras pero refiriéndome a Europa, sobre la migración de
españoles a Alemania, Francia, etc. en tiempos pasados y aún
hoy en día, remachando que no por eso Europa no estaría como
está ahora, volviendo a preguntarle que qué tiene que ver su
pregunta con la situación actual. Les pregunto a todos si
recuerdan a quién se les ocurrió eso de las cuñas
radiofónicas, que sueltan ahora en Andalucía, refiriéndose a
los catalanes de mala manera con el objeto de mantener la
unión del país. Deberían haber comentado que los catalanes
son muy buena gente, en lugar de las falsedades negativas
que pregonan. No lo recuerdan. Les digo que a mí me
recuerdan a Gonzalo Queipo de Llano. Cambio de tercio y les
manifiesto a los contertulios que Europa necesita mercados
cautivos donde vender sus productos, no les interesan los
países productores porque no habría lugar para sus
hipermercados y centros comerciales multinacionales, cuyos
beneficios no repercuten directamente en el país de
asentamiento. No quieren discutir del tema porque no son
expertos económicos. Lo suyo eran las armas y las hostias
que daban.
Volviendo al torpedo de Rajoy, le pregunto directamente al
mismo presidente: ¿Presidente, cómo sabe que los procesos de
secesión no generan entusiasmo ninguno en la UE? ¿Ha estado
encuestando a los europeos sobre el tema?
Vamos a ver, señor Presidente, ese ‘torpedo en la línea de
flotación de la Unión Europea’ no es tal ni mucho menos con
esa opinión suya de que “si un Estado se separa se convierte
automáticamente en un tercero…”, ¿qué quiere dar a
entender?, señor Rajoy, ¿que la Unión europea es un Estado
de primera, España lo es de segunda y el recién
independizado un Estado de tercera?
Le he entendido perfectamente, señor Rajoy, y ese torpedo no
se dirige hacia la Unión Europea, se dirige, y por usted,
hacia esos hipotéticos países que quieren la independencia.
Que haya hablado con sus socios europeos del tema, sobre
cierta fragmentación de los Estados, no le autoriza a hablar
en nombre de todos los ciudadanos europeos, ni mucho menos
inmiscuirse en la política interna de países extranjeros,
como es su comentario sobre el proceso escocés.
Respete las reglas democráticas, señor Rajoy, que se le ve
el plumero desde lejos.
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