El joven marroquí, Nossair, acogido por una familia ceutí
que desde hace meses viene luchando por que se le conceda un
permiso de residencia por arraigo a la ciudad, acudía hoy
hasta el CEPA ‘Edrissis’ notablemente contento por como,
poco a poco, se está solucionando todo lo concerniente a su
situación en Ceuta y con el formulario de su matrícula para
poder cursar 1º de la ESO y comenzar así a labrarse un
futuro.
Nossair no podía ocultar su alegría y se mostraba ilusionado
con poder comenzar cuanto antes a estudiar y vivir una vida
normal, la vida que le está facilitando su familia de
acogida, que desde hace meses viene enfrentándose a todas
las trabas habidas y por haber con el fin de evitar que el
joven sea devuelto a Marruecos y por consiguiente se elimine
de raiz cualquier opción de futuro.
Como ya adelantaba en su edición de ayer EL PUEBLO, un
empresario local, que quiere permanecer en el anonimato, ha
contratado a Nossair para evitar que tenga que abandonar la
ciudad y así abrirle el camino para lograr el ansiado
permiso de residencia. Además, su familia de acogida le ha
hecho su seguro médico privado, por lo que Nossair ya cumple
con los dos requisitos exigidos desde Extranjería para poder
concederle el permiso de residencia, un empleo y un seguro
médico privado.
Pero las trabas no acaban, aunque esta vez no desde
Extranjería sino desde el CEPA Edrissis, ya que la dirección
del centro no quiso aceptarle la matrícula al joven hasta
que no presente el contrato de trabajo original y no un
justificante que indicaba que el mismo fue entregado a
Extranjería, así como su número de la Seguridad Social.
Pese a todo, Nossair no pierde la sonrisa ni las ganas por
iniciar esta nueva etapa de su vida y espera poder hoy,
junto a su madre de acogida, Mar Ruedas, solucionar estos
pequeños problemas que todavía están surgiendo hasta que
finalmente logre una total normalidad.
|