El delegado de Prevención de Riesgos Laborales de la
Administración de Justicia se ha dirigido a la Inspección de
Trabajo como última instancia para informar de los malos
olores que reinan en las instalaciones donde se ubican los
juzgados de lo Contencioso-Administrativo, en la calle
Fernández. En su escrito, el delegado asegura que
continuamente y día tras día emanan olores fecales muy
persistentes a lo largo de la jornada laboral, que son
“muchísimo más intensos a primeras horas, debido a que las
instalaciones permanecen cerradas al público por la tarde y
noche”. Los trabajadores se quejan de que, a pesar de tener
en el momento de la apertura las ventanas abiertas toda la
mañana, dichos olores continúan siendo “nauseabundos”.
Una circunstancia que según el escrito, trasladado también a
los medios de comunicación, se ha trasladado a la Gerencia
Territorial de Justicia, encargada del mantenimiento del
edificio. Sin embargo, la única respuesta que han recibido
por parte de esta gerencia los trabajadores ha sido el envio
de un operario con un tubo de silicona y que extendió un
cordón por las tapas de las arquetas que cruzan las
oficinas, ya que los bajantes del edificio confluyen en el
bajo que ocupan los trabajadores y pasan las aguas fecales
por debajo del local, no con un tubo cerrado, sino con un
conducto abierto como antiguamente se hacía, del cual les
separan unas tapas de hormigón, con el resultado que al irse
están igual que antes. Una solución que nada ha solucionado.
Solución urgente
Es por ello que han solicitado a la Inspección de Trabajo
que proceda a girar una revisión para corroborar lo que
denuncian los trabajadores y se levante acta para solucionar
su situación, que entienden que no se puede mantener más en
el tiempo. Y es que, los trabajadores entienden que la
Gerencia de Justicia no ha actuado en consecuencia con el
malestar que están sufriendo por los intensos olores que
emanan de las aguas fecales que pasan por debajo de donde se
encuentran trabajando.
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