Totalmente destrozados e impotentes, ya que aún no se
explican cómo y porqué causa le quitaron la vida a su hijo.
Según aseguras sus padres y sus hermanas, Mohamed Ennakra,
como así se llamaba el joven de 33 años asesinado el pasado
10 de agosto en Ceuta en los alrededores del Príncipe
Felipe, lugar donde acudió con su vehículo tras recibir una
llamada telefónica, según aseguró a su familia a ese
periódico.
Su padre, en su primeras palabras, con lágrimas asomando en
sus ojos, quiso agradecer al pueblo de Ceuta “que todos
estuvieran con mi hijo” el día de del sepelio.
Ahmed Ennakra, que así se llama el progenitor del fallecido,
no puede reprimir su dolor, ya que a mi “hijo lo han sacado
de la casa a las doce de la noche, luego le cortaron el paso
con un vehículo y una moto y le dispararon en la cabeza a
bocajarro y a eso no hay derecho”, no es de justicia,
entiende el padre de “Gufito”, como así se le conocía al
joven asesinado, que ha dejado mujer y dos niños de corta
edad.
“Mi hijo estaba en su casa y la mujer fue al banco a cobrar
un dinero y la han seguido dos personas con una moto negra
“hasta las Puertas del Campo”, dice el padre. Ahmed
manifiesta que cuando se dieron cuenta que era la mujer, se
fueron. Luego, agrega, se encontró a cuatro personas en un
coche y dos en una moto, refiriéndose a las personas que
participaron en tan vil acción.
Uno de ellos se bajó del coche y le dijo: “Hola Mohamed no
tengas miedo, no pasa nada, no pasa nada, tranquilo,
tranquilo y le dio un tiro en el brazo y dos en la cabeza a
bocajarro”. El progenitor de la familia aseguró que no
“entiende porqué han matado a mi hijo. No tenía problemas
con nadie”, nada más que se dedicaba a su trabajo. “Mi hijo
no es traficante de drogas, si lo fuese, no vendría -como
hacía- a pedirme cinco euros para comprarle un bocadillo a
su hijo para el colegio”.
El padre de Mohamed Ennakra desveló que sus hijos “están
todos amenazados. Ninguna de sus hijas van a llevar los
niños al colegio”. Pidió a las autoridades que detengan a
los asesinos, “que están en la calle sueltos”, agregando que
una de sus hijas, cuando llevaba a uno de sus hijos al
médico, se los “encontró y dio le vuelta con el coche en el
centro de la carretera”,
El padre fue interrogado sobre esas manifestaciones, que
podrían dar a entender que sus hijas conocen a los presuntos
autores, manifestando que “claro que los conocen, Se han
criado con ellos. Todo el mundo lo sabe. Ese es problema de
la Policía y del Gobierno. Ellos están sueltos, están en la
calle”.
Manifestó que su hijo se buscaba la vida en lo que podía,
pero dejando claro que si “estuviera con la droga, no
vendría todos los días a pedirme” para su hijos y, además,
“vivía con su suegra y dormía en una habitación”. “Si
estuviera con la droga, tendría un piso, un buen coche..”,
Son momentos de mucha tensión y dolor y es por ello que el
padre de Mohamed Ennakra llega a dejar entrever que “el
comisario sabe todo lo que le ha ocurrido a mi hijo, lo que
pasa es que no quiere que se aclaren las cosas”.
La familia a completo se queja de que la Policía no ha ido
por su domicilio y que sólo lo ha hecho para entregar
citaciones, agregando que llegó, el día que su hijo sufrió
la agresión, sobre las 01,15 horas, “y encontré al niño vivo
y respirando y le dije a la doctora, mándalo a la península
para ver si lo recuperan...”, preguntándose porqué no fue
trasladado a otro centro.
Otra denuncia que hizo sobre lo sucedido es que a la madre,
Fatima Ahmed, a la que según las manifestaciones de los
familiares, no le permitieron subir a la sala en la que se
encontraba su hijo.
Ahmed insiste una y otra vez que sus hijos están siendo
amenazados y al preguntarle de qué manera, el padre de la
víctima dice “que le envían mensajes en los que le dicen
quiero hablar contigo para decirte lo que ha pasado con tu
hermano...”.
La hermana, Saba Ennakra, interrumpe para decir que “hemos
escuchado en la calle de que dispararon a uno de los
involucrados en el asesinato de mi hermano y decían que mi
hermano y un primo habían sido ellos”, algo que, aseguró, es
totalmente falso.
Saba insiste una y otra vez en que tanto ella como toda su
familia no saben el “porqué del asesinato de mi hermano. Esa
es nuestra pregunta, que nos la respondan”.
Al igual que su padre, Saba declaró que hasta que llegaron
al Hospital siempre vieron a la Policía. “Aquí -refiriéndose
al domicilio familiar- no vino ni el domingo; el lunes, el
día del entierro, ningún policía apareció por aquí y así
hasta ahora”, refiriéndose a ir al domicilio para preguntar
por el asunto, ya “que para lo único que han venido es para
darnos citaciones para ir al juzgado”.
Otro de los problemas, a juicio de Saba es que “se detienen
a dos personas” y se dejan en libertad, aunque se muestra
disconforme con que haya sido “por presentar un pasaporte,
ya que yo salgo a Marruecos a la siete de la mañana y sello
y el sello me sirve hasta las doce de la noche”, asegurando
que la prueba fue el pasaporte sellado, “y no veo esa
prueba”.
Su hermano, defiende Saba, “no es ni traficante, ni
terrorista, ni asesino a sueldo, ni nada, porque si hubiese
estado de narcotraficante, tendría su propia casa”.
Saba dijo que también se había comentado que su hermano
menor había estado rondando por la zona frecuentada por los
presuntos autores con la moto “y ese día tengo pruebas de
que estaba en la casa arreglándola”.
Según el padre, el problema podría haber arrancado en una
discusión que un hermano menor de “Gufito” tuvo con alguien
del entorno de los presuntos autores de la muerte.
Preguntándose una y otra vez el porqué de la muerte de su
hermano, la hermana, Saba, sólo afirma que si “supiéramos y
pudiéramos como defendernos...” lo harían, “porque justicia
aquí hay poca, porque teniendo detenidos los dejan en la
calle y no hay más detenciones, ni citaciones. Muchos
controles si, muchos policías si, pero para qué, para que a
los dos días estén en la calle” se pregunta Saba. “Nuestro
dolor es el de haber perdido un hermano, un hijo, un esposo
y un padre de dos niños”
Están tan amenazados, según Saba, “que no podemos ir a decir
toda la verdad, porque no sabes hasta que extremo puedes
estar vigilada por la Policía. Estamos desprotegidos”.
“El jefe de la Policía dijo que uno no va por la calle y
vienen y les disparan, pero es que mi hermano no iba por la
calle, lo sacaron de su casa”.
La madre insistió en que no le dejaron pasar en el Hospital
cuando su hijo se encontraba muy grave y “yo lo que quería
era ver a mi hijo, estuviese vivo o muerto”.
La madre insiste, al igual que el resto de la familia, que
los asesinos están en la calle, “dando vuelta por los
callejones con las caras tapadas. Esto no puede ser, tienen
que detenerlos... En Ceuta no tenemos justicia... Yo no
tengo seguridad “.
La familia, totalmente indignada, no está dispuesta a que
todo quede en saco roto y si no “no dan nuestro derechos,
nosotros vamos para arriba. Si no hacen justicia nos vamos
para Madrid y busco a la mujer del Rey, hablamos con ella o
lo que haga falta, pero esto no se va a quedar así”.
Para Saba todavía es más indignante cuando encima a uno de
ellos lo detienen y al día siguientes lo “cogen con un
chaleco antibalas, una arma detonadora y un coche sin
documentación”. Saba lo deja claro, “voy a mover tierra, mar
y aire para que lo de mi hermano no se quede así. Si me
tienen que matar que me vengan a matar, pero lo de mi
hermano no lo voy a dejar así”.
Si en un tiempo prudencial no ve ningún tipo de resultados,
Saba anuncia que se irá a Madrid hablar “con el Rey y si no,
me voy a Bruselas, así de claro”.
Para Saba, el problema del Príncipe está cada vez yendo a
más, no entiendo, gente con armas, porqué. ¿Quién tiene el
deber de llevar las armas?, las autoridades, ¿porqué los
ciudadanos?, se pregunta, agregando que si no “vamos a ser
peores que en Siria”, apostilló la hermana de “Gufito”.
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