Yo tenía once años y hubo aquel
verano un suceso que me impactó de lo lindo y cuando se
cumplió el 25 Aniversario se proyectó en televisión la
pelicula sobre la Tragedia del CAMPING LOS ALFAQUES.
-Un camión cargado en sobrepeso de propileno y sin alivio en
la epoca, que tuviera válvula de presión, por la fatiga y
exceso, se partió en dos, la misma entrada del Camping , dió
con el camión volcado a mitad de la playa y la consiguiente
explosión brutal que arrasó con todos los bañistas ,
resultado final de 158 personas muertas en el acto, así como
un cómputo global de 243 muertos y 300 heridos.
Un suceso dantesco donde los haya que me dejó traumatizado y
cuando acudía a jugar con los chavales a la Plaza de los
Reyes, ellos me recriminaban mis comentarios diciendome vete
por ahí con el telediario...
Precisamente y en el alacena de mi memoria , fué un año
antes en 1977 con el accidente más grave y horrendo de la
Aviación Civil en el Aeropuerto de Los Rodeos en Tenerife,
donde hasta un familiar mío relacionó Tenerife con Málaga o
Madrid, al hacer mi padre la llegada de un viaje a la India,
tan fúnebre y trágica siempre con sus noticias y engarces de
desagravios que hasta mi padre venía en el avión de Holanda
de la KLM.
Han pasado los años y siempre ha tenido uno en el silencio y
aunque fuera un jovencisimo que iba dando paso a la
pubertad, la adolescencia, los amores, las pasiones, los
deportes, y estar en la tienda vendiendo relojes y
calculadoras, que miraba de reojo cada paso de cada verano.
¿Por qué? pues porque siempre dejaba un reguero de sangre,
de muerte, de angustia y de tragedias miles por el resto del
Planeta, que siempre nos dejaba esa cara de tonto pero a la
vez, nos consolaba a los que esperando en una cola, en un
ambulatorio, o los viejos del lugar, decir, ojú Juan que
para morirse nada más que hay que estar vivo, y que mira la
gente tantas vacaciones, tantos coches, y tantos viajes y se
muere en menos de nada.
Antes los partes de radio, los avances informativos, todos
en casa delante del televisor ante el silencio espeso que se
formaba, escuchando detalladamente al locutor embutido en su
traje negro y la corbata haciendo juego, con ese pelo
engominado y esa cara impenetrable, ha dado paso hoy dia a
los presentadores en camisa, sin afeitar con los pelos de
Pitingo, y haciendo de la tragedia, una guisa de TELEBASURA
donde el morbo, el móvil, el selfie , las redes sociales y
el pásamelo de hacer un teatro de la tragedia en tanto CIRCO
DE LA VIDA.
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