Durante los meses de julio y agosto en la Jefatura Superior
de Policía de Ceuta se recibieron varias denuncias por parte
de facultativos médicos de esta ciudad en la que se daba
cuenta de que les había informado la Inspección Farmacéutica
de un gran número de recetas expedidas por ellos y en las
que se prescribían distintos medicamentos psicotrópicos.
Al parecer y como pudieron comprobar los médicos, las
recetas habían sido adquiridas fraudulentamente y
falsificado sus firmas y sus sellos. Los medicamentos
adquiridos eran sustancias psicotrópicas, Rivotril y
Tranquimazin.
La Jefatura Superior de Policía inició las investigaciones y
las gestiones para la averiguación de los hechos
denunciados. Tras entrevistarse con los farmacéuticos se
llegó a la identificación de una persona que era la que
había adquirido los mismos.
El detenido M.G.C., de cincuenta y nueve años, que posee
antecedentes penales por tenencia de drogas, manifestó a los
policías actuantes que las recetas se las facilitaba una
tercera persona, que le encargaba que con ellas comprara los
medicamentos, sin ánimo de lucro. Tras prestar declaración
quedó en libertad con cargos acusado de un delito de
falsificación de documentos y otro contra la salud pública.
Identificada la segunda persona, que carece de antecedentes,
se encuentra pendiente de ser localizada y detenida.
Sustancias estupefacientes
Asimismo el pasado día cinco fue detenido J.P.A., de
veintitrés años y que carece de antecedentes, tras la
denuncia de un particular en la que se daba cuenta de que
había sido informado por el ISFAS de una serie de
irregularidades en recetas a él asignadas y con las que se
estaban expidiendo sustancias estupefacientes, si bien a él
no le habían recetados dichas sustancias ni recordaba haber
extraviado su talonario de recetas.
Por averiguaciones de los investigadores se llegó a
conocimiento de que las recetas le habían sido sustraídas
por su nieta que se las facilitó al detenido con el que
mantenía una relación sentimental.
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