El Comité de Empresa de Trace ya ha recibido el informe de
la tercera y última analítica realizada al agua de la
Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) después de
que surgiera la polémica sobre si su uso y manipulación era
apto o no para el baldeo. Los resultados de estos análisis
han demostrado que los factores vuelven a salir negativo por
lo que el agua utilizada de la EDAR es apta para su uso y
manipulación y no entraña ningún tipo de riesgo ni para los
trabajadores ni para los ciudadanos.
Una vez obtenidos los resultados del tercer y último
análisis realizado, el cual fue encargado por los propios
integrantes del Comité de Empresa de Trace a otra empresa
distinta a las que anteriormente habían venido realizando
dichas analíticas, se ha querido mandar un mensaje de
tranquilidad tanto a los trabajadores como a los ciudadanos
indicando que “el agua que se toma de la EDAR cumple
escrupulosamente con la normativa”, recordando que los
elevados valores de formaldehido aparecidos en los análisis
iniciales se debía a que se realizó una equivalencia
errónea.
Igualmente, con el fin de que esta alarma social generada
por esta situación debido a un error no se vuelva a
producir, se ha acordado a que semanal, quincenal y
semestralmente la EDAR efectúe los pertinentes controles y
análisis, los cuales deberán ser remitidos al Comité de
Empresa de Trace, y así poder garantizar la calidad del
agua.
A la vez que desde el Comité de Empresa de Trace se ha
querido agradecer y resaltar la colaboración y las
facilidades ofrecidas tanto por el gerente de Acemsa, Juan
Manuel SánchezValderrama, como por el gerente de la EDAR y
la propia dirección de Trace, que ha estado continuamente
“velando por la seguridad e integridad de sus trabajadores”,
también se ha querido solicitar una mayor implicación de los
servicios municipales, haciendo mención al Servicio de
Sanidad Ambiental, cuya jefa es Rebeca Benarroch, con el fin
de que estos controles cuenten con una mayor fiabilidad.
Del mismo modo y para finalizar, se ha querido resaltar que
en el transcurso de todo este revuelo ocurrido con la
calidad del agua para el baldeo ha entrado la política, y
desde el Comité de Empresa se ha querido dejar
meridianamente claro que “la intención siempre ha sido la
seguridad y no la política, aunque alguien haya buscado ese
ámbito para intentar atacar al Gobierno”.
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