El director general de la Policía Nacional, Ignacio Cosidó,
presidió ayer en Algeciras el acto de clausura de la
Operación Minerva 2014 “un claro ejemplo” en su opinión, de
que en colaboración se actúa con más eficacia, haciendo
referencia al trabajo conjunto con la UE. Durante un mes y
medio el dispositivo especial desarrollado en los puertos de
Algeciras, Tarifa y Ceuta contra la inmigración irregular y
reforzar la seguridad de nuestras fronteras exteriores se ha
controlado el paso de más de 200.000 personas y cerca de
50.000 vehículos.
Este resultado es consecuencia de la labor llevada a cabo
por 88 efectivos de las policías de 17 países europeos,
policías de frontera de los países implicados, entre ellos
expertos en documentos falsos y guías caninos. Según los
datos provisionales, se han detectado 321 inmigrantes
irregulares. Se trata de una operación coordinada por la
Agencia Europea de Fronteras (Frontex) y liderada por la
Policía Nacional, que tiene como objetivo garantizar la
seguridad de las fronteras, como apoyo a la Operación Paso
del Estrecho.
Con un balance positivo, según destacó Cosidó a los medios
de comunicación, en ese mismo periodo de vigilancia se
recuperaron 32 vehículos robados y detenidas 274 personas,
destacando las producidas por reclamaciones judiciales,
detectadas, según destacaron fuentes de la Policía Nacional
gracias a las mejoras de los medios técnicos en las cabinas
de control de entrada de los puestos fronterizos.
Entre estos arrestos se encuentran también presuntos autores
de la comisión de diversos delitos tales como tráfico de
drogas, tráfico ilícito de vehículos y facilitación de la
entrada clandestina de inmigrantes previo pago de
importantes cantidades de dinero. En el transcurso de la
Operación Minerva también se intervinieron 118 documentos
falsos.
Para Cosidó esta operación es muy importante para España y
para la Unión Europea “en el mayor tránsito de personas
entre África y Europa”. En su opinión, esto es “un buen
ejemplo de que es una responsabilidad común y que cuando
actuamos en conjunto, lo hacemos con más eficacia y desde
España reclamamos a la Unión Europea una mayor implicación y
apoyo”. Incidió en que Minerva es una buena muestra de que
las instituciones europeas “tienen que implicarse en la
seguridad de nuestra frontera exterior, una responsabilidad
que implica a todos los países miembros y no únicamente a
los estados de la frontera sur”.
Carácter humanitario
El director general de la Policía Nacional resaltó el
carácter “humanitario” de la operación destacando que se
habían podido rescatar a más de 100 personas “que venían en
condiciones, a veces, muy malas, y que requieron en
ocasiones atención inmediata por parte de los policías”.
Estas personas viajaban ocultas en los espacios más
insospechados de diferentes medios de transporte, soportando
elevadas temperaturas y con riesgo de morir asfixiados.
Algunos de ellos iban ocultos en las hélices de
embarcaciones, en la estructura de vehículos, dentro de
maletas o en los bajos de camiones, según destacaron fuentes
policiales.
En alguna de estas intervenciones fue necesaria una primera
asistencia de los propios agentes in situ y, en muchos
casos, el posterior traslado a un centro hospitalario. En
esta operación han estado desplegados guías caninos,
especializados en el rescate de personas, cuyo trabajo ha
sido vital para detectar este tipo de situaciones y poder
auxiliar al mayor número de inmigrantes posibles. Aunque la
Operación Minerva se desarrolló entre el 30 de julio y el 8
de septiembre, los días clave del dispositivo han sido del
27 al 31 de agosto, fechas en las que los policías han
controlado 195.913 personas y 46.572 vehículos.
Uno de los modus operandi más empleados para acceder al
territorio Schengen es el uso del fraude documental, según
resaltó ayer la Policía Nacional. Para ello se ha contado
también con expertos en detección de documentos falsos en
frontera de todos los países participantes y con avanzados
medios técnicos que permiten detectar cualquier anomalía que
puedan presentar los documentos de viaje.
Los documentos más falsificados por nacionalidades son
españoles, belgas, franceses, italianos y en menor medida
griegos y búlgaros.
Por primera vez en una operación conjunta realizada por
agentes de varios países, se ha incorporado al Centro de
Coordinación de la Operación Minerva de Frontex un equipo
móvil de Cooperación Internacional del Cuerpo Nacional de
Policía, integrado por representantes de las Oficinas
Centrales Nacionales de Interpol, Europol y Sirene, junto
con una oficina móvil y un analista de la sede de Europol en
La Haya.
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