Los responsables policiales fueron interrogados acerca de
que si estas investigaciones realizadas pueden haber
facilitado pistas para otros casos, con resultados de
muerte, que aún están sin resolver, el jefe superior de la
Policía de Ceuta, Alfonso Sánchez, explicó que “disponemos
de informes y noticias de lo que han sucedido tanto en uno
como en otro caso”, uno de ellos el de la muerte de Munir y
otro, posiblemente, el de la de “Ribery”.
La Policía para poder actuar, dijo Sánchez, necesita obtener
los elementos suficientes para aportarlos a la Autoridad
Judicial y que “estos, en su día, se transformen en pruebas
y produzcan las condenas de las personas que son acusadas”.
El jefe superior alegó que esta es una ciudad en la que se
sabe todo. “aunque una cosa es saberlo y otra, muy distinta,
es poder demostrarlo”.
La Policía no tiene varitas mágicas para determinar las
autorías de los delitos, “y además no será justo en el un
Estado de Derecho”.
Apelando a la colaboración ciudadana, Sánchez dijo que si se
hubiese producido la misma colaboración de los que se han
resuelto últimamente, “garantizo que ya estarían resueltos,
aunque cuando desde el círculo más próximo -hablo sin
señalar a nadie- hay interés en ocultar o intereses propios
alejados de la persona a quién se le ha arrancado la vida,
ya la Policía encuentro unos obstáculos tan enormes para
encontrar esos elementos probatorios que no nos permiten ser
eficaces y darles cuenta de nuestros trabajos. Tenemos que
callar y parece que no hemos hecho nada”.
La importancia de la colaboración ciudadana fue apostillada
por el delegado del Gobierno, quién puso el ejemplo de una
padre que le dijo a su hijo, revoltoso en el barco, que si
no se estaba quieto iba a venir a la Policía y te va a
llevar. A veces, dijo el delegado, hay que tomarse en serio
estas cuestiones, ya que la Policía está para ayudar a los
ciudadanos, solicitando la colaboración de todos los
ciudadanos.
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