El secretario general del PSOE de
Ceuta ha regresado de las vacaciones con las pilas cargadas
y ayer, coincidiendo con la entrada del mes de septiembre,
ofrecía una rueda de prensa a través de la cual dejó clara
cual será su postura y la actitud de su partido durante los
meses previos a las próximas elecciones autonómicas. Con
ilusiones y compromisos renovados, tal y como así aseguraba
ayer Carracao ante los medios de comunicación, llega el PSOE
a este nuevo curso político y con la intención puesta en
intentar arrebatar la presidencia al Partido Popular. Para
ello sacó a colación numerosas de las propuestas efectuadas
desde el grupo parlamentario socialista y que en su día
fueron aprobadas en sesión plenaria y que por la “desidia y
parsimonia” del Gobierno de Vivas todavía no se han
ejecutado, pese a que las mismas siempre han ido destinadas
a contribuir al desarrollo de la Ciudad. Carracao se mostró
convencido y con fuerzas de poder afrontar los próximos
meses antes de las elecciones municipales realizando una
fuerte oposición que le lleve a mostrar a la sociedad, cada
vez más cansada de la situación que se vive en Ceuta, de que
un cambio político es posible. A este respecto, aunque las
intenciones y la actitud son las correctas, José Antonio
Carracao se enfrenta, al igual que sus antecesores, a un
handicap muy difícil de superar, el cual es la herencia
política que tiene el PSOE en Ceuta, una herencia política
dejada hace casi treinta años que los ceutíes no olvidan y
no perdonan y que la que se enfrentan siempre que se
aproximan unas elecciones. Aunque los tiempos han cambiado y
la mentalidad comienza a ser otra, el PSOE no sólo tiene que
luchar contra sus oponentes políticos sino también contra
una historia que aun les persigue, y que desde el PP son
conscientes de ello, aunque no hay que dormirse en los
laureles porque al final a la tortilla siempre se le puede
dar la vuelta.
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