La Federación de Servicios a la Ciudadanía de Comisiones
Obreras manifiesta la repulsa de todas las formas de
violencia ejercidas sobre las mujeres. A la violencia de
género que padecen las mujeres se añaden otras expresiones
de violencia.
En este duro periodo de crisis sistémica la violencia contra
las mujeres se incrementa. Tanto cuantitativa como
cualitativamente asistimos a un recrudecimiento del
conflicto inter sexos. En lo que va de año 38 mujeres han
sido asesinadas por sus parejas o exparejas, cuatro más que
el año anterior y los conflictos que las personas viven se
trasladan y padecen en el seno de las relaciones afectivas.
Las condiciones de vida de la gente trabajadora han
empeorado y con ello su calidad de vida y sus relaciones.
Por contra han disminuido los recursos y servicios para
atener a las personas en general y para prevenir y tratar el
problema de la violencia de género en particular.
Lejos de atender esta dramática situación, el gobierno hace
oídos sordos y continúa recortando servicios públicos
imprescindible y dejando en una mayor indefensión a las
mujeres maltratadas. Las actuales víctimas de violencia
sufren así un victimización secundaria, primero son víctimas
de su agresión y después de un Estado que les da la espalda.
Si bien es cierto que se ha incrementado la sensibilidad
social actual contra este tipo de agresiones y que existe
una mayor repulsa social las mismas, la centralidad del
asesinato de las mujeres por sus parejas, por su brutalidad
continuada, ha dejado en un segundo plano, hasta ahora,
otras expresiones de violencia como la sexual cuando se
produce una violación cada 8 horas. Según los datos del
Ministerio del Interior en 2011 (los últimos publicados) se
registraron 1161 denuncias sólo por violaciones (agresiones
sexuales con penetración), siendo la violación solo el 25%
de la violencia sexual que las mujeres denuncian. Y esto
sólo hablando de las que se denuncian, puesto que la mayoría
de las agresiones sexuales se producen por conocidos de las
victimas y no se denuncian.
Los lamentables hechos acontecidos en la Feria de Málaga de
este año han desencadenado la polémica sobre las
violaciones. Los medios se han hecho eco y han presentado a
los acusados como víctimas ultrajadas. Por contra, se ha
cuestionado a la mujer violada, demostrando lo poco que ha
avanzado y que sigue siendo habitual que en los fenómenos de
carácter sexual sea la mujer la que de víctima pase a ser
acusada y a tener que demostrar su inocencia. Sorprende la
rapidez y el archivo posterior de la denuncia.
Al rechazo a la actuación de los medios hay que sumar la
condena a las lamentables declaraciones de algunos alcaldes
del Partido Popular (la del Alcalde de Málaga quitando
importancia los hechos y no condenándolos y las del regidor
del Ayuntamiento de Valladolid señalando la indefensión
masculina de los hombres ante las mujeres). Estos hechos
llevan a la FSC-CCOO a exigir públicas rectificaciones y el
cese en sus responsabilidades de estas autoridades, así como
la del Ministro de Interior por publicar una guía que
aconseja a las mujeres vivir con miedo en lugar de advertir
a los potenciales violadores que se abstengan de sus
deplorables inclinaciones sobre los que caerá el peso de la
acción policial y judicial.
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