Vivimos una época de héroes
prefabricados. Futbolistas de élite y hombres de negocios
por un lado, hermanitas de la caridad bien vistas desde el
poder, por el otro. Entre tanto ídolo hijo de la
postmodernidad, de vez en cuando tenemos la oportunidad de
escuchar a un verdadero ejemplo. El jueves, en Ceuta,
ocurrió. Estuvo aquí Manuel Pineda.
Manu no se esconde. Los meses que ha pasado en Gaza como
escudo humano, las horas levantando escombros, los días
viviendo entre bombardeos y muerte, lejos de amilanarle, han
dado fuerza a su discurso político, a su ideología, a su
sentido de la justicia y a sus ganas de pelear contra Israel
y el proyecto imperialista dirigido desde Estados Unidos en
Oriente Medio. Porque Manu habla sin tapujos: Israel es un
estado terrorista y Palestina debe defenderse. Como pueda.
Sin equidistancias tramposas, sin neutralidad cómplice, sin
medias tintas. Hay un opresor y un oprimido y Manu está con
el oprimido. Sabe lo que es el sionismo. Estar en uno de los
hospitales destruidos por los salvajes no es algo que puedan
decir muchos occidentales.
Palestina no tiene ejército, no le dejan tenerlo. Israel es
el cuarto mayor ejército del mundo. Si tenemos esto en
cuenta, parece que aquello que decía el rapero Arma X, aquel
“Los buenos, tirachinas. Los malos, tanques y metralletas”,
lejos de exagerar, es fiel a la realidad. Un auténtico
exterminio se cierne sobre Gaza, pero Manu avisa: “Palestina
no se rendirá. O vencerán o morirán, pero que nadie espere
que vayan a rendirse”. Israel continuará masacrando a ese
pueblo heroico, continuará buscando excusas para imponer el
sionismo, el racismo, la barbarie sobre los territorios
palestinos, pero Gaza continuará peleando. Como dice Manu,
“no sólo es su derecho, es su deber”. Las potencias
occidentales van a seguir vendiendo armas a Israel. La ONU
seguirá sin hacer nada mientras se bombardean sus colegios.
Los gobiernos latinoamericanos que expulsen a los
embajadores israelíes, siendo ejemplos de dignidad,
continuarán siendo pintados de populistas y bananeros… y los
héroes como Manu, antifascistas, libertarios e
internacionalistas, serán insultados y tachados de
antisemitas por el sionismo y la ignorancia, por el racismo
heredero de los años 30 y el apartheid sudafricano. Puede
que no sea tiempo de héroes. O tal vez, lo sea más que
nunca.
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