La iniciativa de la diputada Hamed,
lanzada en tiempos de austeridad y de recortes es tan
bienintencionada como extemporánea y lo digo desde la
simpatía personal que siempre he sentido por la abogada
Fátima a la que consideré ninguneada por Caballas.
Bienintencionada porque cualquier medida de apoyo a las
personas en situación de riesgo o de exclusión social, es
verdaderamente loable, pero…
El hecho de que la Ciudad Autónoma de Ceuta, de “motu
proprio” decida crear “otro” organismo con sus consiguientes
partidas presupuestarias para atajar algo tan abstracto como
los problemas de “exclusión, marginación, discriminación y
desigualdad” es algo que chocaría precisamente con el
Principio de Igualdad contenido en el art.14 de la
Constitución ya que, institucionalizar un organismo que
dependa de Servicios Sociales “en exclusiva” para Ceuta y
nutrido con los dineros de todos los españoles (la Ciudad
Autónoma, que yo sepa, no dispone de una máquina de hacer
billetes en la que baste con apretar el botón, sino que
recibe dineros públicos) esa medida que beneficiaría a
algunos ciudadanos, es discriminatoria para con el resto de
España porque…
En nuestras diferentes ciudades malviven casi un millón de
personas “sin techo”, vagabundos que vienen y van entre los
albergues municipales (cuando hay plazas) y los cartones en
plena calle. Y el número va creciendo, hay de todo, personas
arruinadas y sin recursos, enfermos mentales víctimas del
cierre de manicomios en los años ochenta ya que allí tenían
al menos cobijo y medicación, muchos inmigrantes que no han
encontrado “el sueño” porque aquí hay poco sueño que
encontrar, alcohólicos y desdichados sin ningún tipo de
recurso. Familias enteras en chabolas malamente levantadas
con plásticos, asentamientos insalubres donde las ratas
atacan a los niños. Una desgracia, una tragedia que se trata
de parchear, pero nunca se llega a todos. Ahí están “Los
ángeles de la noche” madrileños con sus termos de caldo
caliente en las madrugadas gélidas recorriendo las calles y
los túneles del metro. Y como en Madrid en casi todas
nuestras ciudades. El anterior Gobierno zapateril nos dejó
en la ruina y hay todo un sistema que remontar, montar y
financiar. No hay dinero para nadie. Ni para esos “más
necesitados” sobre quienes tanto predica Fátima Hamed.
Idílico en efecto poder analizar, establecer “perfiles
profesionales” “elaborar itinerarios de inserción laboral” y
“actuaciones pre laborales” un sueño para los cientos de
miles de criaturas que viven en las calles o en chabolas sin
luz y sin agua, comiendo malamente en los comedores sociales
y en las colas de las muchas parroquias e instituciones que
distribuyen bolsas de comida en todo el territorio nacional
o esperando en los contenedores de basura de los
supermercados para escarbar en el género que allí se arroja
y llevarse la comida. “Esos” también tienen derecho a que se
adscriba a sus ciudades una “Unidad de Inserción” con sus
empleados, su local y sus ordenadores. Pero no hay
presupuesto. Aunque lo cierto es que nunca he visto en Ceuta
a ciudadanos durmiendo en los cajeros automáticos, ni
ocupando aceras enteras con los cartones para acurrucarse y
dormir, ni a niños descalzos entre chabolas de cartón,
llenos de ronchas por las pulgas y los piojos y mordidos por
las ratas. Eso no lo he visto jamás. Lo que significa que
“los más necesitados” en los que Hamed basa su política
erróneamente (los pequeños autónomos que pasan agonías, las
empresas que dan trabajo apretándose el cinturón, los
empleados que, no obstante son pobres porque perciben
sueldos mínimos, esos también existen y votan y lo pasan de
puta pena, pero no entran en la categoría al parecer de “más
necesitados”) significa que los de Ceuta tienen más derechos
que el resto. Puro agravio comparativo. No obstante ante una
propuesta voy a dar una respuesta : si el principal problema
de determinados sectores de la ciudadanía es el desempleo,
que lo es, existen oportunidades laborales reales que quiero
brindar a la diputada Hamed. Trabajo que hace que miles de
españoles ocupen, hoy por hoy, los puestos que antes
ocupaban los inmigrantes y gracias a ello espantan el hambre
y sus familias llevan el pan a sus casas y pagan sus
pequeñas facturas. Tan sólo hay que contactar con los
empresarios y ofrecer mano de obra ceutí, ya se sabe que la
migración nacional es un hecho y precisamente en los
próximos meses hay buenas campañas agrícolas nacionales (ya
no hablo de la vendimia francesa donde se dejan cada año los
riñones miles de españoles) sino en la Península. En
Cataluña, en el Alt Penedés hay vendimia de mediados de
agosto a mediados de octubre, en septiembre la recogida de
la pera, la manzana y la uva en Gerona, la vendimia de
Tarragona es entre septiembre y octubre, la recolección de
la fresa en Ávila es en septiembre y en Aragón, Lérida y
Alicante las campañas de las frutas dulces. Vendimia que
necesita manos y brazos con ganas de trabajar en Ciudad
Real, Toledo y Tarragona. El tomate en las Palmas y
Tenerife.
¿Y en octubre? Más oportunidades laborales para los ceutíes
porque es la campaña de recogida de la aceituna en Sevilla,
Cáceres y Badajoz, sigue la recolección de la fresa en
Ávila, la fruta dulce en Aragón, Lérida y Alicante y la
vendimia en Ciudad Real,Toledo, Barcelona y Tarragona, los
cítricos que generan miles de puestos de trabajo en Cataluña
y Andalucía en noviembre los dejamos para noviembre.
¿No cree por lo tanto la diputada Hamed que es más práctico
que hacer “perfiles laborales” el ofertar directamente
puestos de trabajo tras contactar con los empresarios? ¿No
es más digno para el ser humano ganarse el pan con sus manos
que dejarse etiquetar como “más necesitado”? ¿Necesita?
Necesita un trabajo honrado para alimentar a su familia y no
resignarse jamás a ser un nombre en una lista que se titule
“En riesgo de exclusión social”. Mientras haya salud y haya
trabajo no hay que pordiosear asistencialismo del Estado.
¿Perfiles? Una campaña agrícola, un buen jornal, su
seguridad social y a ganarse honradamente los avíos que se
echan al puchero. ¡Cuántas madres marroquíes he visto
contratadas en origen llevándose sus buenos jornales en las
campañas anuales! Ahora las madres son españolas y la mitad
de los jornaleros son mujeres. No ofrezca, diputada, caridad
“buenista” incordie a los empresarios y oferte contratos
laborales. Esta es mi respuesta a su propuesta.
Y le juro que resulta más realista que “elaborar los
itinerarios de inserción laboral” ante un contrato no hay
itinerario que valga.
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