En algunas ocasiones, las posturas
y actitudes de los políticos siguen sorprendiendo a los
españoles, aunque cada vez menos. Tras una denuncia de la
Federación de Enseñanza de CCOO Ceuta se ha podido saber que
el Ministerio de Educación ha decidido, de golpe y porrazo,
reducir las ayudas para los comedores escolares,
rebajándolas de 810 a 615. Es incomprensible, después de
todo el revuelo vivido durante los meses previos a la época
estival; cuando el inminente cerrado de los comedores
escolares provocó el alzamiento de las voces para exigir al
Gobierno un compromiso que evitara que miles de niños se
quedaran sin sus tres comidas al día; después de que incluso
la Defensora del Pueblo instase al Gobierno de la Nación ha
facilitar las aperturas de estos comedores, que el
Ministerio de Educación, Cultura y Deportes tome una
decisión con la que se vuelve a demostrar que no se tiene
ningún respeto hacia el Sistema Educativo de Ceuta, pero en
esta ocasión con respecto a los alumnos de las familias más
desfavorecidas. Este nuevo recorte, que llega tras otros
muchos que han exaltado los ánimos de la comunidad educativa
en los últimos meses, no hace más que seguir ahondando en
una herida que, lejos de cicatrizar, continúa supurando y
agrandándose. Y es que con estas decisiones el Ministerio
solo demuestra una total falta de conocimiento de la
especificidad de la ciudad y de parte de los alumnos y
familias de Ceuta, aunque lo más sangrante es ver como los
políticos de Ceuta, esos que teóricamente han sido elegidos
por la población caballa, miran hacia otro lado sin hacer
ver al Gobierno central de las atrocidades que está
cometiendo contra la Educación Pública, evitando defender
una enseñanza de calidad y gratuíta a la que todo el mundo
tenga derecho con el fin de lograr salir del lamentable
primer puesto en fracaso escolar.
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