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cultura - MARTES, 19 DE AGOSTO DE 2014


Un legado de padres a hijos. t.g.

tradiciones
 

El `volaor´, un legado cultural y gastronómico para toda la vida

El pescado salado y la técnica del salazón forman parte del patrimonio de todos los caballas pasando de generación en generación entre padres e hijos
 

CEUTA
Iván Jiménez

ceuta
@elpueblodeceuta.com

En el mundo actual, la mayoría de las tradiciones se están perdiendo pero aún quedan lugares como Ceuta donde las prácticas artesanales pasan de generación en generación, de padres a hijos. Un legado de todos los ceutíes, para todos los ciudadanos de la Perla del Mediterráneo. El `volaor´ y el `bonito´ forma parte de la cultura caballa desde tiempos inmemoriales, la conocida como tradición de los salazones llegó a las costas mediterráneas hace más tres mil años, en primer lugar de la mano de los fenicios, comenzando a impulsarse desde finales del siglo XIX, secándose con el sol de la almadraba, la ciudad de Ceuta sigue siendo uno de los pocos lugares donde la tradición aún no se ha perdido, donde la tradición sigue viva en la explanada de Juan XXIII. Toda tradición tiene un origen, ya fueran fenicios, griegos o romanos la técnica de salar el pescado se desarrolló con los primeros pobladores que llegaron a la ciudad, los cuales guardaban el género en las famosas ánforas que hoy en día se exponen en el Museo de Ceuta del Revellín. El pescado se guardaba en las ánforas con el fin de que tuvieran una mayor duración, y así es como nació la técnica del salazón, a partir de ese instante se comenzaron a salar diferentes pescados para ser secados con el viento del poniente como el bonito, el `volaor´ o la mojama. Los más allegados señalan que “es un plato exquisito“ como dicen los italianos un `boccato di cardinale´ “disfrutar de cualquiera de ellos con una cervezita bien fría, no tiene precio”.

Los `volaores´, el bonito, la mojama o sus huevas entre otros productos de las mismas características se comercializan en la explanada de Juan XXIII donde se cuelgan en las respectivas `volaeras´ o `secaderas´ con ese olor a pescado seco tan habitual en las épocas estivales. Es una de las visitas obligadas para cualquiera de los curiosos o turistas que viajen alguna vez a la ciudad. Tanto para las nuevas generaciones como las anteriores hay que fomentar la lucha para que las tradiciones no se pierdan. Con anterioridad la propia Ciudad ha organizado actividades que comienzan a principios de junio para que los más pequeños conozcan ese legado gastronómico que tanto caracteriza a los ciudadanos que llevan toda la vida en la ciudad o a aquellos que a pesar de no pertenecer a Ceuta son conocidos como caballas de adopción.

En otras ciudades de Andalucía se esta poniendo en entredicho por parte de las autoridades sanitarias, está tradición que lleva toda la vida formando parte de diversos pueblos costeros. Al menos por el momento, los ceutíes pueden estar tranquilos y seguir disfrutando de esté legado cultural y gastronómico, junto a una buena cerveza bien fría, como les sucede a los ciudadanos de la Línea que siguen disfrutando de sus `volaores´ en el famoso barrio de la Atunera
 


La mejor forma de preparar y limpiar el bonito
por el hostelero Rafael Fontalba

El cocinero tradicional ceutí, Rafael Fontalba Bonilla describe la preparación y limpieza del bonito seco en su libro `La cocina de Ceuta: Musulmana, judía, hindú y cristiana´ de la siguiente manera “Limpiamos el bonito de agallas, intestinos y aletas, seguidamente abrimos totalmente el pez en canal desde la cabeza a la cola por la parte de el vientre procurando que no cale la piel el cuchillo, abrimos y volvemos a hacer una incisión en los dos lomos de arriba a abajo también procurando no calar la piel. Ponemos una capa de sal gruesa y encima colocamos el bonito que también cubriremos completamente de sal gruesa (húmeda), dejaremos unas dos horas a continuación en un cubo con agua meteremos el bonito y rápidamente lo sacamos para eliminar los restos del sal. Para proceder al secado pondremos unas cañas sujetando el bonito por la parte de la piel para que se mantenga abierto y se seque correctamente. Para que el éxito este asegurado que al menos el primer día de secado sea de poniente, así se crearía la primera costra de curación rápidamente y el proceso se realiza mejor“.
 

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