El 19 de septiembre. Esta es la fecha que el juzgado ha
señalado a Isabel para que abandone la casa en la que vive,
en la falda del Monte Hacho, donde se encontraba el
restaurante La Huerta. Esta mujer está en paro, no cuenta
con familia que le pueda ayudar y el único ingreso que tiene
es la Renta Activa de Inserción. Además, tiene una
minusvalía del 35%. Desde hace dos años vive en la casa en
la que está ahora pero en noviembre dejó de pagar el
alquiler ante la falta de ingresos. Con los caseros, según
explica, no hay buena relación, aunque estos le dieron
margen hasta enero a cambio de que le pagara ‘en especies’.
Sin embargo, desde ese momento la relación fue a peor y los
caseros llevaron el caso a la vía judicial. Se celebró un
juicio, pero Isabel afirma que no le llegó ninguna citación
y que no ha podido defenderse para mantener su casa. Tras la
vista, lo que sí le llegó fue la notificación de que tiene
que abandonar la vivienda. Por eso, quiere paralizar el
proceso de desahucio y poder plantear su caso. Para
defenderlo cuenta con datos del Registro de la Propiedad.
Según los documentos que ha adquirido y que ha mostrado a EL
PUEBLO, los propietarios de la vivienda, que también
alquilan algunas casas más en esa misma zona, no tienen
ningún bien inmueble a su nombre. Isabel quiere presentar
esta documentación ante el juzgado y ganar así la batalla
judicial para no tener que irse a la calle, además de
esclarecer qué ocurre con la vivienda en la que está y las
otras que la rodean. Pero, en agosto, según señala, está
todo paralizado y tiene que esperar para encontrar un
abogado de oficio y ver si puede alegar.
Mientras, la fecha marcada por el juzgado se va acercando y
esta mujer se siente indefensa. Al preguntarle si se plantea
dejar la casa y pedir ayuda a Asuntos Sociales, señala que
ella quiere quedarse porque entiende que los caseros le han
“estafado” durante todo el tiempo que le han estado cobrando
alquiler sin tener la propiedad. Ahora, la prioridad para
ella, es esclarecer qué ha pasado en su vivienda y no salir
de ella.
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