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La senadora del PP por Ceuta, Luz
Elena Sanín, ha logrado poner de acuerdo por primera vez al
Partido Popular y a los partidos de la oposición después de
las declaraciones realizadas durante su comparecencia ante
los medios de comunicación el pasado jueves por la tarde.
Sanín ha conseguido que hasta integrantes de su partido
hayan salido para rechazar lo expuesto por la senadora y
recordarle que la posición política del PP es totalmente
contraria a lo expuesto por ella. Y es que en un ejercicio
de intentar explicar porqué la deuda pública del Estado
continúa aumentando, no tuvo otra salida que indicar que es
lo mínimo que puede ocurrir cuando el Gobierno de Zapatero
gastó todo lo que pudo en donaciones y subvenciones para
ONG’s muy afines así como en las asociaciones de lesbianas y
homosexuales. Ciertamente, estas aseveraciones están fuera
de toda lógica y sólo puede achacarse a que no pensaba lo
que decía o que en un ataque de sinceridad realmente es lo
que piensa y por consiguiente el Partido Popular debería
tomar cartas en el asunto, tal y como así se ha solicitado
desde el resto de partidos de la oposición, que con estupor
y ciertamente alarmados han visto como una senadora, que
tiene que velar por los intereses de los ceutíes en el
Senado, ha realizado unas declaraciones más bien de una
persona homófoba, algo intolerable. Hay partidos que han
solicitado una rectificación pública de la senadora y otros
que han llegado más lejos y han pedido su dismisión. Habrá
que estar atentos a lo que finalmente suceda, pero de
momento Sanín se ha ganado más enemigos de los que ya tenía
gracias a este comentario, no sólo entre los integrantes de
la oposición sino también de su propio partido que parece
que la han dejado sola ante el peligro.
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OPINIÓN / EDITORIAL
