La AD Ceuta FC afronta desde mañana su última semana de
pretemporada. Serán siete días en el que se incrementará
todavía más el intenso trabajo realizado desde que diese
comienzo la preparación, y en los que se terminará de poner
a punto el equipo que arrancará la nueva temporada. El
objetivo del cuerpo técnico fue, desde el primer momento,
muy claro: ganar el primer partido de Liga. Y para ello se
ha estado trabajando desde el pasado 21 de julio.
Las sensaciones en el seno del equipo son muy positivas. Si
la marcha de jugadores tan importantes el pasado año como
Borja Gil, Perita, Ismael o Antonio Prieto habían podido
poner en duda desde algunos sectores la fiabilidad de la
plantilla para la próxima temporada, los refuerzos llevados
a cabo por el club han hecho que el Ceuta recupere toda la
confianza de cara a una temporada que será, si cabe, más
exigente incluso que la pasada.
Una competición sin una sola jornada de descanso y varios
partidos entre semana podrán a prueba a un conjunto caballa
que, aunque parte con la misma premisa que la campaña
anterior: ir partido a partido, es ambiciosa y quiere
intentar repetir el éxito de disputar el play off de ascenso
a Segunda División B.
Una misión nada sencilla pero que la plantilla está
dispuesta a, como mínimo, intentar. La humildad en el
trabajo y el buen ambiente en el vestuario serán claves para
que el equipo caballa mantenga el mismo buen papel del
pasado año. Los ceutíes tienen por delante unos primeros
partidos complicados, aunque tanto el cuerpo técnico como la
plantilla confían en arrancar con buen pie el campeonato.
Aunque el aval por ahora es algo corto (dos victorias frente
a Los Cortijillos y frente al Ramón y Cajal), el equipo se
encuentra muy motivado y con muchas ganas de arrancar el
curso.
Mañana por la tarde, la plantilla volverá a reunirse para
entrenar después de dos jornadas de descanso para terminar
de encarar la nueva temporada. A pesar de que queda mucho
trabajo por hacer, la ilusión en el equipo es máxima.
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