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Este verano viene marcado por los
numerosos incendios provocados que se están produciendo en
la ciudad y que están poniendo en jaque al Servicio de
Extinción de Incendios y Salvamento de Ceuta. Desde el gran
incendio producido el pasado mes de julio en la zona de
García Aldave y La Lastra que requirió incluso de apoyo
aéreo, es raro el día que los componentes del SEIS no tengan
que realizar alguna salida alertados por un incendio en
algún punto de la ciudad. Gracias a la encomiable labor de
los intengrantes de este servicio, y su rápida actuación
estos incendios, en su mayoría provocados, no están
provocando un mayor daño del que ya hacen de por sí. Pese a
que las autoridades de la ciudad, así como los cuerpos y
fuerzas de seguridad del estado, están alertados ante los
continuos incendios provocados que se están produciendo,
todavía estos pirómanos desalmados logran burlar estos
dispositivos para seguir dañando, con sus actos, no sólo
mobiliario urbano, sino los montes y la rica naturaleza que
tiene Ceuta. Es una lástima que todavía, hoy en día, existan
personas que tengan tan poco respeto, ya no sólo por esos
mobiliarios urbanos, sino por la naturaleza y del mismo modo
por el prójimo ya que con sus actos destruye en busca tan
sólo de hacer daño sin importarle a qué ni a quien. Sobre
estos terroristas, una vez detenidos y probada su
culpabilidad debería caer todo el peso de la justicia como
escarmiento, no sólo sobre su persona, sino para intentar
frenar al resto de desalmados pirómanos aunque, la poca
conciencia o mejor dicho la nula conciencia que ofrecen
estos sinvergüezas debería llevar a las autoridades
competentes a extremar las investigaciones para lograr
encerrarlos a todos.
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OPINIÓN / EDITORIAL
