Los medios nacionales se han hecho eco del traslado del
teniente coronel Andrés López García, ya ex jefe de la
Guardia Civil en Ceuta, y consideran que este se ha
produccido como “castigo” por la gestión informativa de la
tragedia en la que, hace seis meses, murieron ahogados 15
inmigrantes que trataban de entrar a nado en España por la
frontera del Tarajal, tal y como así lo resaltaba ayer ‘El
Mundo’, donde se recuerda que en un primer momento se le
responsabilizó de ocultar que se dispararon pelotas de goma
al mar.
No en vano, el traslado se ha producido seis meses después
del suceso, en el que participaron agentes españoles, y del
que se dieron numerosas versiones, intentando eludir las
responsabilidades de este episodio gravísimo. Precisamente,
EL PUEBLO adelantó el pasado mes de febrero tras los graves
incidentes que Interior había tomado la decisión de cesar al
teniente coronel, aunque en aquella ocasión no se produjo
porque “habría sido una forma de reconocer que las cosas se
habían hecho mal”, tal y como así aseguran fuentes del
Instituto Armado, que además manifiestan que se ha efectuado
mediante una comisión rogatoria en pleno verano, “para que
no se note mucho dicho traslado”.
En este sentido, el secretario general de la Unión de
Guardias Civiles, Ramón Rodríguez, ha considerado que la
destitución del jefe de la Guardia Civil en Ceuta, Andrés
López García, ha sido una decisión “tardía”, pero positiva,
no solo por su responsabilidad en los sucesos de febrero
pasado, cuando 15 inmigrantes murieron mientras intentaban
alcanzar a nado la playa del Tarajal, sino también porque se
trata de un alto cargo sobre el que su organización ha
recibido “muchas quejas” por su gestión. “Había un malestar
generalizado entre los guardias civiles” por “sus amistades
peligrosas en Ceuta, sus vínculos con determinados
empresarios y un presunto cobro de comisiones”, aunque “son
extremos que no podemos confirmar aún”.
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