El Ministerio del Interior decidió
ayer reforzar con más efectivos la lucha contra la
inmigración ilegal y ha destinado para Ceuta, Melilla y
Algeciras un total de 475 efectivos. Esta medida ha venido
motivada por la gran oleada de inmigrantes que desde el
pasado lunes vienen arriesgando sus vidas en aguas del
estrecho en busca de un futuro. Pero esta lucha no debe
afrontarla solo España, el resto de países deben unir sus
fuerzas para intentar acabar con la inmigración ilegal y
luchar contra las mafias que se aprovechan de estas personas
que salen de sus países de origen por los conflictos y
guerras que en ellos se viven, y les cobran un alto precio
por proporcionarles precarios medios con los que jugarse la
vida para alcanzar la península. Existiendo una mejor
colaboración entre los países esta lucha sería más
consistente y se evitarían imágenes como las ofrecidas
durante estos últimos días en aguas del Estrecho. Pero la
inmigración se podría catalogar como un mal menor si se
tiene en cuenta los informes remitidos desde Rabat a las
Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado advirtiendo que
cerca de tres mil yihadistas marroquíes pretenden regresar a
sus lugares de origen, elevando esta situación los niveles
de amenaza terrorista en España, ya que muchos de estos
yihadistas tienen sus familias y domicilios en poblaciones
cercanas a Ceuta y Melilla, por lo que tienen facilidad para
entrar a España. Desde hace años se viene luchando
ferozmente contra el terrorismo pero esta nueva situación va
a provocar que desde el Ministerio del Interior se tenga que
reforzar aún más los efectivos y contar con la colaboración
internacional y evitar así actos como los ocurridos en años
anteriores en Bélgica, Londres o Francia.
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