Es como se puede tildar, en el
Real Madrid, la salida de Diego López de la entidad, en
tanto que va a seguir Iker Casillas, no sabemos por cuanto
tiempo.
Este hecho viene a demostrar que, en el mundo del fútbol, la
honradez, la sencillez y el ser una buena persona no se
valoran, incluso cuando son excelentes profesionales,
mientras que sí se tiene en cuenta, también en buenos
profesionales, el portarse como un simple mafiosillo,
poniendo “cara de tacón” cuando otros los superan y no dando
tregua a casi nada, ni siquiera a reconocer que se está en
las horas bajas.
En el Madrid, en este primer paso, se han equivocado, aunque
también es cierto que, hoy por hoy, no había ningún equipo
que diera un real por Casillas, al haberse mostrado como se
mostró en el encuentro final de la Champions, en el Mundial
de Brasil y en el amistoso de hace pocos días, ante el
Manchester United.
Puede ocurrir que las casas publicitarias hayan empujado,
también, mucho pero no menos cierto es que esas casas
publicitarias que hoy apoyan a Casillas lo están apoyando
porque es jugador del Madrid, eso sí a la baja, y no lo
seguirían apoyando si estuviera fuera del club.
En el primer envite sale ganando el de Móstoles, el peor
parado ha sido Diego López, pero la temporada es muy larga y
la espada de Damocles va a estar colgando sobre la cabeza
del portero del Madrid, en cuanto tenga uno de los muchos
fallos que ha tenido en las dos últimas temporadas.
Si hoy es el triunfador, si hoy ha tenido el voto de
confianza, no sé de quien, la grada del Bernabéu puede
dictar sentencia más pronto que tarde y eso le puede hacer
salir, por la puerta de los carros, al tantas veces
internacional, Iker Casillas.
Porque ahora llega el otro problema u otro problema más,
puesto que el fichaje de Keilor Navas no es un fichaje de
papel y, naturalmente, tendrá que tener alguna oportunidad
antes de que comience la liga.
El comienzo de la liga, pues, se espera con cierto optimismo
para unos y con pesimismo para la parte contraria, con lo
que ya veremos cual es la decisión de Ancelotti, porque si
juega Casillas, mal, y si lo hace K. Navas puede ser peor,
ya que conociendo las artimañas del muchacho de Móstoles se
le puede armar “la gresca” que, en su día, armó a Mourinho
cuando dejó de ponerlo, tras haber superado una lesión y
haberse encontrado con que Diego López lo estaba haciendo
bien.
Y a partir de aquí, tanto en el Madrid como en otros
equipos, ya se tendrán que andar con cuidado con estos que
se lo creen todo y que piensan que deben jugar, por decreto,
pues la cabeza de más de un técnico va a estar colgando de
un hilo, cada vez que un entrenador deje en el banquillo a
alguien de los que se consideran titulares por encima de
todo y que no acepta estar en el banquillo.
Nadie va a discutir hoy las muchas actuaciones destacadas de
Casillas, pero lo que sí tenemos que decir es que los fallos
han sido ocultados por la prensa, y los aciertos se le han
magnificado, haciendo de él la publicidad más espantosa que
se ha conocido sobre ningún otro jugador de casa o de fuera.
Las deficiencias de Casillas se han silenciado, las virtudes
las han ido engrandeciendo, en tanto que, salvo unos
cuantos, a Diego López, le han ido menospreciando cada día.
Es una vergüenza la crítica que ha habido hacia uno y hacia
el otro, especialmente, por los medios de comunicación de
Madrid.
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