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Según el balance de criminalidad
que el Ministerio del Interior hizo público el pasado día 30
de julio, la criminalidad ha descendido un 14,8 % en la
Ciudad Autónoma de Ceuta en el primer semestre de 2014, al
contabilizar 2.635 infracciones penales frente a las 3.094
del mismo periodo del año anterior. Estos datos positivos
suponen sin duda un claro reflejo de la eficaz labor de las
Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, pero sin embargo aún queda
una asignatura pendiente: los homicidios dolosos y
asesinatos.
En la madrugada de ayer se produjo un nuevo tiroteo en la
barriada del Príncipe, que vuelve a dejar patente la
inseguridad existente en esta barriada de Ceuta o en las
barriadas aledañas. Con la muerte de Mohamed Ennakra,
conocido como ‘Gufito’, el número de fallecidos por impacto
de bala se ha elevado a tres en la ciudad en lo que llevamos
de año, superándose la cifra de personas asesinadas el
pasado año y por consiguiente un dato alarmante que
demuestra que estos tiroteos, en su mayoría presuntamente
por ajustes de cuentas, son cada vez más frecuentes en esta
zona de la ciudad.
La muerte de Mohamed Ennakra vuelve a elevar la tensión en
el Príncipe además de provocar que muchos de sus vecinos
vivan con temor toda esta situación, manteniendo un silencio
contraproduente atenazados por el miedo. Con este silencio
los violentos y asesinos campan a sus anchas por la barriada
además de entorpecer la labor policial, por lo que es
necesario dejar a un lado esa postura de esconder la cabeza
para que sean las mafias existentes las que solucionen sus
diferencias a tiros. Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del
Estado deben redoblar esfuerzos y contar con la colaboración
ciudadana, porque de lo contrario los tiroteos continuarán
produciéndose y lamentable el número de víctimas, con toda
seguridad, también aumentarán.
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OPINIÓN / EDITORIAL
