Silencio. Esto es lo único que ha recibido la familia de
acogida del joven Nossair por parte de la Delegación del
Gobierno ante la petición para regularizar su situación. Y
es que, a este chico de origen marroquí, de apenas 18 años,
se le caducó el pasado sábado su permiso de residencia.
Desde hace meses, la familia se ha movilizado para que
Nossair no tuviera que salir de Ceuta, donde entienden que
está suficientemente arraigado, pues para los padres de
acogida se ha convertido en un hijo más en apenas unos
meses. A su casa llegó después de que en enero, tras cumplir
18 años, tuviera que dejar el centro de menores donde se
encontraba. Nossair estuvo varios días sin un sitio donde
dormir, y el que ahora es su padre de acogida, trabajador
del Instituto Ceutí de Deportes, que lo conocía por haber
participado en varias carreras se enteró de la situación y
no dudó en acogerlo.
La madre de acogida, Mar Ruedas, emprendió hace varias
semanas una campaña de recogida de firmas a través del
portal ‘Change.org’ para pedir que Nossair no fuese
expulsado a Marruecos y siguiera viviendo en esa casa.
Cuando alcanzaron más de 80.000 apoyos, Ruedas acudió a
Delegación del Gobierno para entregar las firmas el pasado
29 de julio, y solicitó una reunión con el delegado. Pero no
ha tenido respuesta.
Al mismo tiempo han iniciado los trámites en Extranjería
para regularizar la situación de Nossair. Ruedas entiende
que este organismo tiene sus tiempos y por eso dice que “es
normal” que no les hayan contestado. Sin embargo, están
decepcionados porque Delegación del Gobierno no haya dado ni
siquiera una respuesta a la petición de esta familia, que ya
han apoyado más de 100.000 personas a través de ‘Change.org’,
donde cada día se suman más firmas. Por eso, esta madre se
muestra desesperada, aunque sus fuerzas son muchas y por eso
asegura que hoy volverá a pedir una nueva cita para reunirse
con el delegado. Mientras, advierte de que no dejará que se
lleven a su hijo. “Es muy injusto”, lamenta.
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