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La política turística de Ceuta fue
duramente criticada por una Coalición Caballas cargada de
razón tras el nuevo convenio firmado entre el Ejecutivo
local y el Centro Comercial Abierto y cuyo objetivo es
atraer y fidelizar a la clientela marroquí. Fitur y muchas
ferias de turismo han sido visitadas por los distintos
consejeros del área con el único propósito de traer hasta la
ciudad un turismo que posteriormente no viene debido a que
pocas son las alternativas que se ofrece a los usuarios de
este sector y sobre todo al “precio del barco”.
Caballas volvía a insinuar que el acuerdo alcanzado con el
Centro Comercial Abierto no es más que un compromiso con una
de las redes clientelares del PP para ir afianzando los
resultados de los próximos comicios. Y si observamos los
resultados obtenidos por esta asociación, no les falta razón
a los localistas. Ciertamente, ni el turismo marroquí, ni de
ningún otro país llega a la ciudad debido a que, pese a los
grandes recursos que ofrece Ceuta para dinamizar este
sector, se está falto de ideas, de propuestas y de
iniciativas para lograr ese objetivo. Además el Centro
Comercial Abierto nació con el fin de atraer, no solo al
público ceutí sino al turista para que las ventas de los
comercios aumentaran y así, además de impulsar el tejido
económico de la ciudad, pero no se ha logrado nada de ello y
es que quizás se deberían buscar nuevos alicientes que
realmente sean un verdadero reclamo.
Después de muchos años ni unos ni otros han conseguido
ofrecer esa visión deseada de Ceuta, pero además, lejos de
abrirse a nuevas propuestas, aunque provengan de otros
partidos o asociaciones, prefiere seguir sin mirar al
horizonte turístico y seguir invirtiendo un dinero público
que volverá a caer en saco roto y que no servirá
absolutamente para nada. En palabras de Caballas, todo un
“un paripé”.
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OPINIÓN / EDITORIAL
