En la mañana de ayer, la sala de prensa del Palacio
Autonómico acogió la comparecencia de Juan Luis Aróstegui,
Mohamed Alí, Julio Basurco y Hamza Er Roudani, quienes han
sido expedientados por la Delegación del Gobierno de Ceuta a
consecuencia de las pitadas que el ministro de Educación,
José Ignacio Wert, recibió en la ciudad durante su visita.
Alí fue el primero en dirigirse a los medios de comunicación
para explicar que los cuatro han sido expedientados por el
delegado del Gobierno en Ceuta, Francisco Antonio González
Pérez, por “ir a manifestarnos como ciudadanos en un país
democrático en contra de la política de un Gobierno, y en
contra de la política de un ministro” e insistió en que
“hemos sido sancionados vilmente por el delegado por ejercer
el derecho fundamental a la libertad de expresión en un país
democrático, para reprobar la política de un Gobierno y de
un ministro que está desmantelando con recortes la Educación
Pública”.
El máximo dirigente de Caballas resaltaba que el
“oscurantismo es una característica propia del Partido
Popular”, explicando que esta forma de proceder evitó que
existiese una agenda trasladada a la opinión pública para
que se pudieran organizar, previamente, unos actos de
protesta contra la política educativa del PP.
Pese a todo, Alí denunciaba que tanto el delegado del
Gobierno como el ministro Wert han considerado que los
cuatro expedientados han sido los promotores y organizadores
de las manifestaciones realizadas. Sin embargo la
argumentación dada en cada uno de los expedientes
sancionadores, a través de los cuales se propone una sanción
de 301 euros para cada uno, refleja que Aróstegui sería
sancionado por atender a los medios de comunicación, Mohamed
Alí por conversar con la Guardia Civil, Julio Basurco por
sujetar una pancarta y finalmente Hamza Er Roudani por tocar
un tambor.
Alí quiso mostrar su “indignación” hacia la actitud de
connivencia del Gobierno de la Ciudad y de la Asamblea,
recordando que de los cuatro sancionados dos son concejales
del ayuntamiento y no han tenido ninguna sola muestra de
apoyo y respaldo del Gobierno ni de ningún miembro de la
Asamblea, algo que fue catalogado como una “indecencia”.
Aróstegui fue más contundente y aseguró que a los cuatro se
les ha abierto un expediente sancionador porque han sido
“elegidos por el delegado del Gobierno para ejemplificar una
manera de entender la vida política, y es que no se puede
chafar el paseillo triunfal de un ministro”.
La decisión del delegado del Gobierno fue catalogada por
Aróstegui como una “vergüenza” ya que la misma es, según el
dirigente de Caballas, “cargarse el sistema democrático en
el que un ministro debe estar sometido al escrutinio
permanente de la ciudadanía y en el que Wert es abucheado
por toda España por su vergonzosa política, que en la
capital del fracaso escolar es especialmente dañina, algo
que queríamos que supiese”.
Aróstegui también llamó “mentiroso compulsivo” al portavoz
del Gobierno, Emilio Carreira, tras desmentir que “nadie, ni
nosotros, ni quienes estaban allí llamó hijo de puta al
ministro Wert, se le gritó fuera y ‘sinwertgüenza’,
aprovechando un juego de palabras con su apellido”.
Durante su intervención, Aróstegui aseguró que no les
preocupan las consecuencias jurídicas o administrativas de
este expediente sino su repercusión democrática, “la
diferencia entre convertirnos en súbditos que solo pueden
decir lo que otros desean escuchar o ciudadanos libres”.
Finalmente se solicitó al Gobierno central y a la Asamblea a
que tomen medidas sobre el titular de la institución de la
Plaza de los Reyes, que a su juicio “ha perdido la cabeza”,
indicando que este expediente sancionador es la prueba
definitiva de que González Pérez es “un pirómano” y alguien
que “amenaza la estabilidad de esta ciudad”.
Por su parte, Julio Basurco manifestó que el PP ha
emprendido el camino de “la represión”, además de mostrarse
convencido de que el delegado del Gobierno simplemente
quería multarle. Durante su comparecencia, Basurco aseguró
que el Gobierno “está desquiciado y quiere meter miedo a
quienes protestar, por lo que esto es un aviso a navegantes,
pero solo consiguen que estemos más orgullosos y más
convencidos de que lo que defendemos es justo, legal y
legítimo. Ellos son los antisistema”.
Finalmente, Er Roudani ha considerado “patético” el proceder
de la Delegación, a la que ha acusado de “pedir Justicia de
forma injustificada sin argumentos lógicos e imputándonos
una falsa incitación a la violencia”.
En una rueda de prensa posterior, el portavoz del Gobierno,
Emilio Carreira, quiso aprovechar la ocasión para responder
a la acusación realizada por el dirigente de Caballas, y
pese a asegurar que no está en posesión de la verdad,
puntualizó que la información que él maneja es por personas
que estaban el día de la manifestación en el lugar y que
escucharon los insultos, “y si no fueron ellos quienes las
dijeron, si estaban junto a quienes los dijeron y lo
permitieron”.
Carreira se mostró cansado de que se les califiquen de
“corruptos todos los días, racistas de ahí no nos bajan,
franquistas de pata negra, medio hitlerianos, además de
tener a la ciudad adormecida, de que los ceutíes son idiotas
porque no se enteran de lo malísimos que somos, además somos
amigos de los empresarios e intentamos favorecerles al
margen de la ley y tenemos también una especie de red
clientelar con la que intentamos conseguir votos”, y
advirtió que el Gobierno aguanta esta situación
“estoicamente” pero que también conocen que es lo que hacen
desde Caballas, pero que por prudencia, no dicen nada y
mantienen silencio.
|