España Rumbo al Sur finaliza su novena edición. La cual se
ha desarrollado por las principales ciudades del país vecino
de Marruecos. Poniendo el broche de oro en la ciudad de
Ceuta. Durante el día de ayer los participantes y
organizadores del proyecto ERS, pasearon por las principales
calles de la ciudad, antes de que hoy se marchen en el
ferry.
El proyecto ERS ha sido organizado por la Comunidad de
Madrid, siendo dirigido por Telmo Alzad de la Quadra-Salcedo,
compuesto por 112 jóvenes y 43 organizadores. En su vuelta a
casa, la Comandancia General de Ceuta vuelve a facilitarle
el alojamiento en el acuartelamiento de García Aldave. Es la
cuarta vez que la expedición `España Rumbo al Sur´ llega a
la Ciudad Autónoma de Ceuta.
Durante está ultima edición los jóvenes participantes han
realizado diversas crónicas sobre las ciudades que han
visitado. Empezando el 23 de julio con su traslado de Madrid
a Algeciras y con su consecuente llegada a Ceuta, en cuya
primera parte, el cronista oficial de ERS, Gonzalo Araluce
Martín, evoca las palabras del maestro de periodistas y
profundo conocedor del continente africano, Ryszard
Kapuscinski “No existe una sola África, existen muchas, y
todas ellas son tan ricas como diversas entre sí, muchas de
ellas se mostraban, en ocasiones, impenetrables al viajero“.
El siguiente paso en su aventura fue el paso de Ceuta a
Tetuán a través de la frontera, donde el comandante general
del Ejército de Tierra en Ceuta, José Manuel Sanz Román,
enumeró las virtudes que comparten las compañías bajo su
mando con los expedicionarios de España Rumbo al Sur
“austeridad, disciplina y compañerismo; ayudarse,
compartir”. La siguiente parada en su viaje se realizó entre
Tetuán y Alhucemas en la que Malena Lapunzina señaló
“mirases donde mirases nada se parecía a nuestras
costumbres, hasta su “cielo” es diferente, porque dentro del
mercado se reduce a una oleada de telas tensadas con cuerdas
entre las que se adivinan trocitos de cielo azul”.
Entre palabras de las experiencias vividas por los jóvenes
participantes se puede llegar a apreciar la experiencia de
vida que significó para cada uno de ellos. Cómo escribieron
Valentina Schütze y Teresa Vereterra en su particular
crónica de las ciudades de Merzouga, Erg de Chebbi “ahora
nos encontramos en el autobús, alejándonos poco a poco del
Atlas y acercándonos al desierto. Echaremos de menos el agua
fresca del río, pero sobretodo la gente, siempre dispuesta a
compartir ratos con nosotros, a pesar de las diferencias de
idiomas, y a prestarnos su ayuda sin ni siquiera pedírselo y
sin esperar nada a cambio”.
En su paso por Agdz, Akka, Sidi Ifni, Essaouira, Rabat o
Kenitra, los jóvenes han vivido una experiencia de vida que
podría ser definida con la frase latina `gnosce te ipsum´
cuyo significado es `conocete a ti mismo´. La expedición es
el corazón y el alma del proyecto `España Rumbo al Sur´ en
el que se transmite el conocimiento y la convivencia con la
verdadera realidad de los pueblos del sur. Además donde los
integrantes y participantes realizan un viaje interior,
cultural y humano.
Cada año los participantes recorren selvas, desiertos,
montañas, mares y ríos. En busca de realizar un trabajo a
favor de los más desfavorecidos en la lucha por un futuro
mejor. Los jóvenes se convierten en auténticos embajadores
del Norte en el Sur y cuando vuelven: portavoces del Sur.
África se queda impregnada para siempre en los corazones de
estos jóvenes que aprenden a ver la vida y el mundo que les
rodea con ojos diferentes. Más formados y reales que cuando
fueron, pero a la vez mas trascendentes, mas esperanzados y
optimistas. Porque han conocido lo mejor del ser humano y
saben a partir de ese instante que todo es posible.
El cronista oficial de `España Rumbo al Sur´, Gonzalo
Araluce Martín finaliza las crónicas de la expedición
Marruecos 2014 de la siguiente forma, “el escritor francés
Dominique Lapierre recorrió buena parte del mundo con una
mochila a las espaldas, asumiendo la experiencia que sólo
tiene el viajero curtido y que permite mostrar las
realidades más desconocidas, a pesar del dolor, es posible
encontrar brotes de ilusión, tras un refrigerio, el convoy
marchó hacia el colegio de salesianos de la ciudad vecina de
Kenitra. Ésta sería la última localidad del país vecino en
la que dormirían, después de cruzar, al día siguiente, la
frontera, para volver a Ceuta. `¿Ya volvemos a España?´,
preguntaron los expedicionarios, lamentando que este viaje
que “les está cambiando la vida” tal y como ellos mismos
asumen. Llegue a su fin.
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