Con una estampa sencilla y profunda, la Virgen de África
volvió a recorrer, en su salida procesional coincidiendo con
el día de su celebración, las calles de Ceuta. Salió del
templo, estrenando el cuerpo de ciriales, para presidir la
misa pontifical y posteriormente recorrer el centro de la
ciudad acompañada en todo momento por un gran número de
‘caballas’ que se lanzaron a la calle para poder observar de
cerca la evolución de una procesión con gran tradición en la
ciudad.
A las 20.00 horas el obispo de la Diócesis de Cádiz y Ceuta,
monseñor Rafael Zornoza Boy, presidía con el clero de la
Diócesis la Solemne Misa Pontifical, donde cientos de
ceutíes ya ocupaban los asientos ubicados para la ocasión
por la Ciudad Autónoma. Desde su Santuario, y sin escatimar
ningún esfuerzo, siendo perfecta conocedora de la devoción
que sienten por Ella sus hijos caballas, dio comienzo la
procesión que este año incluía alguna que otra novedad.
Con su cuerpo de ciriales; su equipo de capataces, y
arropada por un largo etcétera de participantes desde las
Cofradías derivadas de la Virgen hasta las de otras
imágenes, como el Consejo de Hermandades o las primeras
autoridades civiles y militares, la Patrona comenzó a
recorrer las calles de su Ceuta después de haber recibido
los primeros elogios en la misa celebrada con anterioridad.
Alrededor de las 21.00 horas, Santa María de África percibió
los primeros aplausos hondos y con sentimiento, los primeros
vivas y los primeros ‘flashes’ dirigidos expresamente a su
figura como única protagonista de la noche caballa.
Tras posicionarse firme y recta al son de la música, la
Patrona se desplazó con su primera marcha al fondo sonando
en su nombre. La espectación aumentaba y el número de
personas que se arremolinaban en torno a los diferentes
conductos cercanos al cortejo procesional crecia por
momentos.
Una de las autoridades que ayer estuvo presente en la
procesión fue el alcalde de Algeciras, José Ignacio
Landaluce, quien después del hermanamiento realizado entre
las cofradías de las patronas de ambas ciudades, no quiso
perderse la ocasión de acudir a Ceuta y acompañar a Nuestra
Señora de África en su procesionar por las calles de la
ciudad. Las máximas autoridades acompañaron de forma solemne
a la Excelsa Señora.
Como cada año, los costaleros llevaron a nuestra Patrona con
mucho mimo, andando sobre los pies y al son de las marchas
que la Asociación Cultural Banda de Música Ciudad de Ceuta
interpretaba.
Como siempre, desde hace ya dieciseis años, la Virgen de
África procesionó portada por los costaleros, en la calle
Jáudenes volvió a llover, cayendo miles de pétalos de
flores, los cuales fueron acariciando con delicadeza la
bella talla de Nuestra Señora, y donde en cada uno de ellos
iba el deseo, la petición, el cariño y el amor de toda la
buena gente de este pueblo caballa.
La procesión desembocó en su trayectoria a Victori Goñalons,
encarándose Colón, discurriendo por Padilla, para
posteriormente encarar el paseo del Revellín hasta llegar a
la Plaza de la Constitución, donde, como marca la tradición,
se celebró la Salve conmemorativa, una Salve que cada año se
reza con más solemnidad si cabe, mirando hacia el Estrecho.
Una vez terminada dicha salve, se continuó por la avenida
Alcalde Sánchez-Prado y Plaza de África, para posteriormente
dirigirse hasta su Santuario, donde nuestra Patrona se
despidió de todos los ceutíes hasta el año que viene, aunque
todavía hoy el ‘sentimiento caballa’ hacia la Patrona podrá
quedar patente durante la celebración del devoto Besamano.
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