La menor ceutí de 14 años, detenida el sábado en Melilla
junto a otra joven melillense de 19 años, Fauzia Allal
Mohamed, acusadas ambas de estar dispuestas a integrarse en
células de terrorismo yihadista, fue puesta ayer a
disposición de la Fiscalía de Menores, en el marco de unas
actuaciones que siguen secretas por orden del juez, que
atribuye a la joven arrestada su relación con un grupo
terrorista islamista.
Las dos jóvenes, de nacionalidad española, fueron detenidas
por agentes de la Comisaría de Información de la Policía
Nacional cuando pretendían cruzar la frontera y adentrarse
en Marruecos para contactar con la célula que las había
reclutado. La operación tuvo lugar a primera hora de la
tarde del pasado 2 de agosto en el paso fronterizo
melillense de Beni Enzar.
Igualmente, el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz,
después de tomar declaración a la joven melillense, Fauzia
Allal Mohamed, ordenó ayer martes libertad provisional sin
fianza para la joven.
El magistrado le ha impuesto a la joven comparecencias
semanales en el Juzgado más próximo a su domicilio,
prohibición de abandonar el territorio nacional, retirada de
pasaporte y obligación de ofrecer un teléfono y una
dirección de contacto para ser localizada y comunicar
cualquier cambio de domicilio. Estas medidas han ido
acordadas por el instructor, a petición de la Fiscalía con
la aceptación por parte de la detenida.
Se trata de la primera vez que las fuerzas de seguridad
detienen a mujeres que han sido captadas para la Yihad y que
se encontraban en la fase de traslado a las zonas de
conflicto, y los mismos se han producido tras el llamamiento
a la Yihad que realizó el pasado 1 de agosto en la ciudad
iraquí de Mosul, el autoproclamado califa del Estado
Islámico, Abu Bakr Al Baghdadi.
Tanto las autoridades españolas como marroquíes han llevado
a cabo en los últimos dos años diversas operaciones contra
este tipo de grupos en Ceuta, Melilla, Madrid y territorio
marroquí.
En caso de haber logrado su objetivo, estas dos mujeres
habrían ampliado la lista de decenas de radicales islamistas
que han salido de España en los últimos años para combatir
en Oriente Medio en las filas de grupos terroristas.
El proceso de radicalización, captación y posterior envío
como combatientes de las dos mujeres detenidas estaban
perfectamente planificados y organizados por una red que
opera en toda la zona del Magreb y que tiene como fin
principal seguir obteniendo el mayor número de
incondicionales combatientes.
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