Buenos días, Ceuta.
A las barracas bajé, a los palacios subí y en Fuengirola me
quedé.
Tal vez os resulte extraño este inicio pero tiene que ver
con el final de la frase, ya que he pasado a residir en
Fuengirola, hará ya un año y dos meses, por motivos de salud
más que por otra cosa.
He recalado en una población que tras recorrerla y conocer a
su gente, la estática no la transeúnte, puedo tener una idea
más o menos aproximada de su estatus.
Es una población regida en su totalidad por el PP desde 1995
(con intervalo anterior de 1991 a 1993) y que usan y abusan,
los miembros del partido, de sus prerrogativas de manera
exhausta.
Cuando pongo la tele local (FTV) para ver alguna noticia
interesante de la población, siempre me encuentro a la
alcaldesa dando la perorata de sus actuaciones y sus
gestiones, a diartio. El resto de partidos políticos parecen
tener vetada sus apariciones, ni siquiera con cuentagotas.
Hacer gestiones en el Ayuntamiento conlleva el pago de tasas
ineludiblemente (cosa exclusiva de los peperos), hasta para
solicitar información exigen una tasa.
En mis 49 años residiendo en Catalunya jamás pagué una sola
tasa, ni para solicitar certificado de empadronamiento.
Una de las cosas que más me llaman la atención es la
adjudicación de cualquier cosa. Se hace sin concurso
público, a dedo como se dice vulgarmente.
Lo sé porque recientemente he sido testigo presencial del
otorgamiento de la concesión del servicio del bar-restaurante
de un centro social, bastante importante, a una amiga del
concejal de Asuntos Sociales del PP de manera tan directa y
rápida que el anterior concesionario, un argentino, tuvo que
salir con lo puesto.
También he sido testigo de la conversión de un buen tramo de
playa, de los 7 kilómetros y medio de costa que tiene la
población, en playa exclusiva para perros. Sí, han leído
bien. Con que los “guiris” ricachos, sobre todo los ingleses
y algunos españoles, estén contentos porque sus perros
pueden bañarse libremente en las playas…, solo estoy
disconforme con una cosa: los canes pueden hacer sus
necesidades mayores sin que le caigan multas, al contrario
que los humanos que no disponemos de este derecho, las
menores las hacen ambos dentro del Mediterráneo. Sólo faltan
que pongan parasoles naturales, hamacas especiales para
perros y duchas automáticas con sensor de presencia. ¿No te
jode?
La mayoría absoluta del ayuntamiento, 18 concejales del PP,
5 del PSOE y 2 de IU, les permite hacer lo que les de la
real gana sin permiso de nadie.
Hasta la Policía Local, la antigua Guardia Urbana, se
permite holgazanear de lo lindo. En cierta ocasión, un amigo
mío se presentó en la oficina de la mencionada policía al
objeto de presentar una pseudo-denuncia.
Se trataba de que estaban asaltando, un grupo de cinco
jóvenes con mochilas, el Instituto de Enseñanza Secundaria
que se ubica frente a su casa y que se encontraba cerrado
por vacaciones, largas vacaciones a fe mía, aportando fotos,
que tomó desde su terraza, del asalto y posterior fuga como
prueba irrefutable.
Ahora bien, la mujer policía local que estaba de servicio y
que se pasaba horas con el móvil pegado a la oreja, le
comentó que debía rellenar una instancia y entregarla el
lunes (era viernes) en el Registro del Ayuntamiento, previo
pago de la tasa correspondiente, y que después de su estudio
podrían o no recibirla en las oficinas de ‘investigación
local’ y proceder en consecuencia.
Mi amigo le respondió que si hubiera sido un apuñalamiento,
bien estaría esperar al miércoles de la semana siguiente
para tener menos problemas de recoger a un cadáver
completamente desangrado.
Después, mi amigo acudió a la Policía Nacional, al ver que
se lo pasaban por el forro en la Local, y para su sorpresa,
el ‘portero’, un joven policía, tras escucharle le respondió
que ahora no era posible atenderle porque había una reunión
importante, que volviera al día siguiente…, harto de todo
esto, mi amigo mandó a tomar por culo su intención de
realizar un acto como ciudadano cumplidor de la ley,
rompiendo toda la documentación (fotografías) realizada y
deseando que ojalá los jóvenes asaltantes que hubieran
encontrado y birlado millones de euros en la caja fuerte del
despacho del director de ese Instituto de Enseñanza
Secundaria. ¿En qué sitio me he metido?
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