¿Y por qué de este enunciado?,
pues sencillamente porque nuestra sociedad ha caído en un
verdadero letargo moral, ético y político que la esclaviza
mental y humanamente y del cual solo podría salir si
empezara a entender el peligro que supone dejar pasar el
tiempo dando por bueno tal condición. Por desgracia con el
paso de los años el esclavo de manera irracional e
incomprensible, como si de mera cuestión de supervivencia se
tratase, de algún modo y sin ser consciente de ello también
empieza a amar sus cadenas.
Para superar la situación que nos oprime, hay que empezar
por querer romper los hierros que nos encadenan y a los que
hemos ido dando carta de naturaleza como si fuese lo mas
normal del mundo. Enchufismo, estómagos agradecidos
especialmente interesados en velar única y exclusivamente
por sus intereses, desmesura de lo políticamente correcto,
de la demagogia o un mal entendido buenísimo con el que se
nos extorsiona, son algunos de los eslabones de esa
interminable cadena.
Es evidente que no todos asumimos el rol que pretenden
asignarnos en este patético juego de intereses en el que se
ha convertido el mundo y la sociedad en la que vivimos. A
nuestro modo luchamos por despertar las conciencias, por
hacerle ver al ciudadano lo erróneo de acabar amando sus
cadenas y de la necesidad de ir rompiéndolas, aunque eso
conlleve ciertas dosis de sacrificio. La comodidad de
algunos no puede ser el resultado de la calamidad de otros y
una sociedad que se pretenda justa debe luchar por conseguir
el verdadero equilibrio entre lo que a uno le pertenece por
derecho y lo que tenemos el deber y la obligación de aportar
a la comunidad.
Vivimos en una sociedad acomodaticia especialmente
acostumbrada al beneficio propio, siendo esa mentalidad
precisamente la que nos ha llevado a depender en exclusiva
de quien de una forma u otra maneja y controla todo aquello
capaz de proporcionarlo. De este modo hemos conseguido hacer
cada vez mas sólidas las cadenas, al amparo de un
desmesurado grado de dependencia que sin duda ha sido
estimulado, por una casta política que lo ha utilizado
magistralmente para perpetuarse en el poder y controlar
todos y cada uno de los resortes de nuestras vidas.
Quizá en Ceuta, por extensión, tengamos una prueba
concentrada de cómo se ha ido fraguando esa dependencia.
Aquí durante años se ha hecho caso omiso del proverbial “no
des el pescado, sino enséñalos a pescar”, en el mas que
velado deseo de generar un clientelismo político de
dimensiones cuasi bíblicas y que de alguna manera habría de
encadenar a un importante numero de ciudadanos a la
necesidad vital de que el partido político de turno se
perpetúe en el poder asegurándose con ello el sustento
familiar.
Ahondado en lo específico, la ciudad ha perdido una gran
oportunidad para formar y preparar a nuestros desempleados y
con ello a toda una generación de jóvenes, en sectores que
bien podrían haber creado muchos puestos de trabajo. De
hecho la memoria de los planes de empleo parecen diseñadas
en exclusiva por el director provincial del MEC, ya que un
porcentaje elevado de los puestos a ofertar están
directamente relacionados con el ámbito vinculado a ese
ministerio, caso de las ocupaciones de maestros, conserjes,
limpiadoras o personal de mantenimiento, cifra considerada
especialmente significativa pues sobrepasa las cuatrocientas
personas.
Claro esta, con esto no quiero decir que no sean necesarios,
que también, pero entiendo que se ha desaprovechado una
importante oportunidad, dadas las actuales circunstancias,
para formar y ofrecer un futuro laboral independiente de lo
público, incentivando ocupaciones que estimularan el
emprendimiento y la creación de empresas o industrias
locales. Sectores como el turismo, energías renovables,
industrias agropecuarias o de la alimentación, son algunos
de los ejemplos, apelando a formulas como la de los talleres
o escuelas de empleo en equilibrio con otras de las
ocupaciones ofertadas.
Pero no, una vez mas aquí lo que priman son lo intereses de
la casta y las políticas clientelares y de contención
social, con unos planes de empleos demorados en demasía. No
obstante no deja de ser curioso el hecho de que cuanto mas
tarden en salir, mas posibilidad habrá de que estos se
solapen con el proceso electoral municipal del próximo 2015,
por lo que a buen seguro, veremos como verdaderas mesnadas
de interventores con la marca del PP, pululan por unos
colegios electorales, bien sabedores de que los que mandan
deciden, contando por ende los de la casta con una multitud
de estómagos agradecidos que le hacen la campaña a coste
cero.
Como digo una oportunidad perdida, una mas, pero no la
última pues ahí tenemos el Documento Estratégico proveniente
de los fondos FEDER para el periodo 2014-2020, y en el que
se pretenden estimular en especial a los sectores
directamente implicados en el desarrollo y sostenimiento
medioambiental. Ahora bien, me temo que
en lo esencial nada cambiará, pues a lo expuesto me remito,
pues si no lo exigen los ciudadanos, es casi imposible que
cambien unas formas amparadas en el “mas de lo mismo,
mientras nadie se queje”.
Lo que queda meridianamente claro es que por mucho que
pretendan cambiar el sistema productivo, si no se sigue una
línea marcada por la realidad, difícilmente llegaremos a ser
una ciudad con proyección de futuro. Mas bien algo parecido
a una ciudad clientelar mal gestionada, en la que mas allá
de lo público solo quedará el recurso a una instituciones
benéficas que, como Cáritas, Cruz Roja o Banco de Alimentos,
estarán totalmente colapsadas en aras de un surrealismo
político-suicida, incapaz de poner freno a un aumento
poblacional que no solo ha destruido el tradicional
equilibrio existente, si no que ya amenaza abiertamente con
modificar una identidad y cultura que, como la de Ceuta,
siempre ha sido profundamente española y europea.
* Los Verdes
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