No hay días en que desde los
distintos medios de comunicación se hable del “Muy
Honorable”, señor Pujol. Que menos más que es “Muy
Honorable” que si no lo llega a ser, a estas horas los
catalanes están más tieso que un ajo y más seco de la pela,
que una mojama.
Para hablar de Cataluña, con conocimiento de causa, hay que
vivir en Barcelona, donde se fragua todo cuanto acontece
para el pueblo catalán, patear sus calles, entrar en varios
bares y hablar con sus gentes, escuchando las verdades del
pueblo llano, pero nunca con los charnegos, aquellos que
llegaron con la maleta de madera y con un periódico
envolviendo el queso o los chorizos del pueblo. Pues hablar
con ellos es una perdida de tiempo, ya que se consideran más
catalanes que los propios catalanes, y ni que decir de sus
hijos, aquellos que llegaron pequeños o los que han nacido
en Cataluña.
Unos charnegos a los que consideraban ciudadanos de segunda
y a los que, a decir verdad, deberían estarles más que
agradecidos, porque esos charnegos procedentes de Galicia,
Extremadura, Murcia y Andalucía, son los que en verdad con
sangre, sudor y lágrimas levantaron Cataluña.
Los nacionalistas cada día quieren más y más, su voracidad
es insaciable, acuñando la frase de “España nos roba”,
haciéndosela meter en sus mentes desde su infancia a los
niños catalanes cuando en realidad, lo escribí no hace mucho
tiempo, no es precisamente España quienes les roba, Y no han
tardado mucho tiempo en venir a darme la razón quienes aún
dudaban de cuanto escribí sobre Cataluña y sus personajes,
esas familias que son las que realmente gobiernan en
Cataluña, libre de cualquier sospecha que pueda
perjudicarles.
Por ello el nacionalismo identificó a Pujol co un país y
cualquier sospecha sobre él lo era sobre Cataluña hasta que,
mire usted por donde,”EL MUNDO” empezó a informar de la
fortuna de la familia en paraísos fiscales.
Cuando empezaron a salir estos documentos se dijo que las
exclusivas eran un ataque a Cataluña: a la Cataluña de Pujol
y Mas, seres de altos ideales políticos. Pujol fue nombrado
español del año en los 80, en los 90 apoyó el gobierno de
Aznar e independentistas en el siglo XXI.
Cuando alguien comete una estafa, caso de Jenaro todos los
estafados, cosa normal, reaccionan con furia, pidiendo todas
las penas del mundo para el estafador. Sin embargo los
estafados por Pujol, lo hacen con ternura, incluso una ex
concejala le escribía “siempre será mi amado presidente”
¡¡Toma del frasco, Carrasco!!.
Durante 34 años toda crítica a Pujol fue considerada por CIU
como un insulto a Cataluña, una cuestión de “Estado”. Ahora
sus cuentas en paraísos fiscales son un “tema personal y
familiar”, según Mas. Aunque las comisiones ilegales a
partir de contratos con la Generalitat no tienen nada de
privado.
Ya cuando el asunto de la banca Catalana, estuvo a punto de
entrar en el “talego”, y no entró. La pregunta del millón
es: ¿Entrará ahora?
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