El doctor Abdelkrim nunca dejará de recorrer el Hospital
Universitario, donde estuvo gran parte de su vida atendiendo
a multitud de pacientes que hoy lo recuerdan con cariño y
que ayer acompañaron su memoria en el acto en el que se
descubrió la estatua que en su honor se ha erigido. La
figura, esculpida por el ceutí Antonio Romero, “refleja esa
imagen del doctor por los pasillos” que tienen en su retina
centenares de ceutíes y que ayer recordaba con afecto el
delegado del Gobierno, Francisco Antonio González Pérez.
A las 20.00 horas estaba todo preparado para descubrir la
estatua con la que se ha querido perpetuar la imagen de
Abdelkrim como un ejemplo de convivencia, de perseverancia,
de vocación por la medicina y su compromiso con la sociedad.
La iniciativa, emprendida por la Fundación Ceuta Crisol de
Culturas a finales de 2013, culminaba ayer con este acto que
congregó a decenas de personas en la explanada del Hospital
Universitario. Los responsables del Ingesa, el presidente de
la Ciudad, el delegado del Gobierno, los senadores,
consejeros y diputados de la Asamblea de Ceuta fueron
algunos de los asistentes que arroparon a la familia de
Abdelkrim. Fue su hijo menor el que primero se dirigió al
auditorio para agradecer el esfuerzo hecho por ciudadanos
anónimos e instituciones que, con sus donaciones, han hecho
posible erigir la escultura en homenaje a su padre.
A continuación, el delegado recordó los orígenes humildes de
este doctor que, con mucho esfuerzo, logró hacerse un hueco
en el mundo de la medicina y ganarse el respeto, no sólo de
sus conciudadanos, sino también de aquellos que le
conocieron como estudiante en Granada. González Pérez contó,
a modo de anécdota, como la diputada Blanca Fernández Capel,
que había sido profesora de Abdelkrim, lo recordaba como el
alumno más perseverante que había tenido.
Seguidamente, el presidente, Juan Vivas, tomó el testigo y
destacó el compromiso de Abdelkrim con la sociedad ceutí y
aseguró que el sitio elegido para la escultura es el “más
idóneo” porque fue a las puertas del hospital donde este
doctor “se hizo grande aliviando, sanando y consolando a los
enfermos”. Una vida ejemplar que, por último, el cantautor
Pacorro recogió en una canción que emocionó a los
asistentes.
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