ACTUALIDAD - MIÉRCOLES, 30 DE JULIO DE 2014

CEUTA
José Manuel Rincón
ceuta@elpueblodeceuta.com

La familia de acogida de Nossair presentó ayer en la Delegación del Gobierno en Ceuta y en la Oficina de Extranjería las cerca de 90.000 firmas que ha logrado aglutinar gracias a los ceutíes y a través de la plataforma virtual ‘Change.org’ y con las que intentan evitar que el joven finalmente pueda ser expulsado a Marruecos a partir del próximo día 9 de agosto, fecha en la que se le caducará el permiso de residencia. Mar Ruedas, la madre de acogida, atendía ayer a los medios de comunicación momentos antes de presentar las firmas recogidas, espera que Extranjería, tras toda la documentación remitida, decida que “existe suficiente arraigo en que una familia esté luchando y peleando por él para poder darle un futuro”, aunque también manifestó que si la decisión es contraria seguirá luchando.

Durante su comparecencia ante los medios de comunicación, Ruedas fue clara y contundente, “estamos aquí porque queremos que Nossair se quede con nosotros, pero nos están poniendo todas las pegas porque al ser mayor de edad se supone que tiene que ser económicamente independiente, y si no consigue un trabajo que, hoy es imposible conseguirlo para cualquiera y mucho menos para él que no tiene ninguna experiencia ni ningún tipo de formación, entonces no se puede quedar”.

La madre de acogida insistió en que ellos son su familia, y recordó que “lleva seis meses viviendo con nosotros en casa y es uno más de la familia, porque lo queremos y pienso que tiene derecho a tener una oportunidad de futuro que es lo que le estamos ofreciendo, ya que nosotros queremos que estudie y que tenga una vida igual a mis otros dos hijos, y eso es lo que hasta la fecha nos están impidiendo”.

Nossair tiene su vida totalmente organizada, tal y como así lo destaca su familia de acogida, resaltando que ha comenzado a estudiar para matricularse en secundaria en septiembre, tiene su amistades, su deporte y un futuro por delante, algo que para la familia es más que suficiente para tomar la decisión de que se quede en Ceuta, al considerar que “lo único que tendrá si se marcha a Marruecos es miseria y ninguna posibilidad de futuro, algo que no vamos a consentir que ocurra ya que eso es abocarlo a la desgracia”.

Mar Ruedas reconoció que ha llamado a muchísimas puertas aunque en todas ha recibido la misma respuesta “la ley no se puede cambiar”, de ahí que manifestara que realmente nadie le ha ayudado excepto Caballas que, tal y como reconocía la madre de acogida, “me abrieron las puertas y me dijeron que me ayudarían y asesorarían en todo lo que puedieran”, destacando igualmente el “tremendo” apoyo recibido por la sociedad, no sólo de la ceutí, sino de muchos otros lugares del resto del país que han conocido el caso y que se han puesto en contacto con ella para ayudarla en este asunto.

Para finalizar, Ruedas consideró que las autoridades deberían tomar buena nota de que Nossair cuenta con una familia que está luchando por él y que ese aspecto debería ser lo suficientemente importante para dejar que se queden con ella.
 

Nossair, una vida marcada por los malos tratos y los abusos

La vida de Nossair en Marruecos, al parecer, no fue nada fácil, ya que tal y como resaltaba Ruedas sufrió “malos tratos, abusos, miseria, hambre”, y eso fue lo que llevó al joven a cruzar la frontera y abandonar Marruecos, llegando a Ceuta en el año 2010. Una vez en la ciudad, Nossair ingresó en el Centro de Acogida de Menores y al cumplir los 18 años el pasado mes de enero tiene que abandonar el mismo, viéndose obligado a dormir en la calle. Es en ese instante, cuando Mar y su marido, conociendo la dramática situación que está viviendo el joven deciden acogerlo en su casa. Ruedas no tenía calificativos para definir a Nossair, de quien dijo que “es un cielo, tiene un comportamiento excelente, es una bellísima persona y es muy fácil quererlo y lo queremos”.

Nossair también acudió junto a su familia de acogida a la entrega de las cerca de 90.000 firmas recogidas y él mismo manifestaba a los medios de comunicación su deseo de que todo esto tenga un desenlace favorable ya que aseguró querer quedarse con la familia ceutí. El joven marroquí aseguró sentirse muy agusto en Ceuta, con su familia de acogida, y mostró su interés de poder labrarse un futuro en la ciudad.