Los musulmanes celebran la fiesta
de Idu Al-Fitr o del fin del ayuno del mes de Ramadán de
1.435, el primer día de Shawwal de 1.435, un buen momento
para aprovechar la ocasión y felicitar a todos los
musulmanes del mundo, de España y de Ceuta, a la vez que se
invoca al Altísimo para que acepte su ayuno y sus buenas
obras en estos días. Durante este mes, los 1,7 millones de
musulmanes que residen en España, excepto los niños,
ancianos, embarazadas, parturientas, lactantes, menstruantes
y enfermos han cumplido con el ayuno. Un período de tiempo
durante el que los musulmanes, desde el alba hasta la puesta
de sol se han abstenido de comer, beber, mantener relaciones
sexuales, fumar o enfadarse.
El ayuno en el mes de Ramadán recuerda la revelación del
Corán a través del ángel Gabriel al último profeta, Muhammad,
quien lo transmitió al resto de la humanidad. Es uno de los
cinco preceptos del Islam, junto a la oración, la limosna,
la peregrinación y la profesión de fe. Y durante estos 30
días, los buenos musulmanes se dedican con mayor intensidad
a la oración, la ayuda al necesitado y el recogimiento
espiritual, rechazando todo conflicto. Un período
caracterizado por el sentido familiar que los musulmanes
otorgan a la ruptura del ayuno. En esta fiesta de final de
ayuno, hay dos momentos cumbres: la oración y la entrega a
los pobres de una limosna, la Zakat el Fitr, que se hace en
especie o en dinero. Es muy importante reconocer que, cada
año, aumenta más el conocimiento de los españoles sobre el
Ramadán y en Ceuta, se plasma en el respeto que toda la
sociedad profesa al colectivo musulmán durante este período.
Y en esa identificación, en ese acercamiento, en la
convivencia plena, radica uno de nuestros valores sociales.
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