Buenos días, Ceuta.
Las confusas leyes contra delitos que emergen en este país,
con sus enrevesados textos y cambios de orientación de
muchos de sus artículos, hace liar la manta en la cabeza al
Tribunal Supremo.
Todas las reformas, principalmente las realizadas por el
Gobierno actual, compuesto por peperos, van dando palos al
agua cuando tropiezan con la ilógica irrazonable.
En éste caso, nos referimos a la Justicia Universal, y su
reforma realizada por el PP, que ha hecho cometer errores a
toda una Audiencia Nacional, cosa difícil de creer.
Si con la derogación, ¿se dice así?, de la ley Parot se
excarcelaban a los etarras a gogó, también hizo entender a
muchos jueces que podrían liberar a otros tipos de reos sin
pensárselo dos veces.
La excarcelación de 53 narcos se traduce en un error, enorme
error, de la audiencia Nacional por no haber entendido la
norma y, encima, haberla aplicado prematuramente.
Realmente estamos en el país de las chirigotas, hasta en los
organismos serios pasa, donde la Justicia, realmente en
líneas generales, no es igual para todos, pese a que haya
afirmado lo contrario en antiguo rey del país.
Ya no hay vuelta atrás, en referencia a lo dicho por el
antiguo rey, y haciéndome eco del manido refrán “por la boca
muere el pez”, porque el asesor que redactó ese discurso
inolvidable tenía que estar pensando en Babia o bien siguió
unas recomendaciones nada limpias. Ahora la Justicia está
buscando subterfugios para no sentar culos supuestamente
reales en el banquillo y otros culos no tan supuestamente,
ni siquiera reales.
Cuando se trate de un ciudadano medio, de un cualquiera… a
la primera al calabozo, engrilletado hasta la médula y
rodeado de cinco o seis miembros de las fuerzas de seguridad
del Estado, mientras los que son de la casta VIP, asignada
por ellos mismos, suelen tener contemplaciones placenteras a
la hora de ir a la cárcel: se les permite escoger el lugar y
el día, entrando desde su propio coche y sin vergonzantes
esposas que sujetan sus muñecas y ni escoltados por un solo
de los miembros de las fuerzas de seguridad el Estado. ¿No
te jode?
Un país donde la Justicia vela por el poderoso, que no
necesita absolutamente nada, contra un infeliz que necesita,
a su vez, casi todo y al que castiga de manera abusiva (caso
hipotecas) no puede a aspirar a que sea reconocida como
auténtica Justicia. Es una Justicia diseñada por los
poderosos para los poderosos.
El Gobierno, donde hay tipos que tienen en su palmarés
desastres (11-M, Prestige, Madrid capital más endeudada de
Europa, bancos, cajas y financieras en bancarrota,
descarrilamientos de trenes, etc.) debe tener sus neuronas
hechas en Silicom Valley siendo así que no es solamente esta
reforma de la Ley de enjuiciamiento Universal muy confusa,
lo son todas sus reformas.
Realmente no estoy de acuerdo con el Tribunal Supremo que
deberían hablar con más propiedad sobre la reforma de esa
Ley de Enjuiciamiento Universal, no es confusa, no… es
tremendamente chapucera.
Pero, suelto mi pregunta ‘incisiva’: ¿Qué cambia exactamente
con esto? A ver si contestan a esta pregunta porque
realmente yo no lo veo claro.
Por último, ahí está mi amigo a quién creía el más honrado
de todos los políticos. Pues no, resulta que Jordi Pujol es
tan pirata como todos los políticos.
Tenía que haberlo imaginado entonces, cuando entré en la
política de la mano de Convergencia Democrática de Catalunya
allá por los años 80, que un recién elegido presidente de la
Generalitat de Catalunya tuviera tantos millones en paraísos
fiscales no me entraba en la cabeza, aunque Pujol estuviera
vinculado a Banca Catalana, hoy desaparecida, y por su
profesión antes de meterse en política, la de médico.
Ahora, con la confesión pública, no me queda más remedio que
avergonzarme, vergüenza ajena, de esa actitud… ya se veía
algo raro con la participación de uno de sus hijos, o dos,
en corruptelas políticas catalanas que nos ha dejado muy mal
sabor de boca a quienes confiaron en Jordi Pujol y Soley.
Pero en esos 23 años de su mandato lo lógico es que podía
haber pasado más cosas que aún no ha confesado.
Como el dicho: que Dios nos coja confesados, así se verá el
ex presidente catalán.
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