Renovarse o morir. La Cámara de
Comercio ha optado por esta máxima y la ha puesto en
práctica con la creación del Club Cámara, una oportunidad
para mejorar la competitividad, con un doble objetivo: dar
respuesta a la situación económica y financiera y, de otra
parte, adaptarse a las nuevas necesidades de la empresa. Una
fórmula, en definitiva, novedosa con objetivos de apoyo a
las empresas y clara orientación para mejorar el mercado.
Apuesta por dotar de un nuevo impulso al organismo cameral
que trata de revitalizar sus estructuras. Una fórmula loable
que hay que destacar.
Conocedores que el turismo es un potencial elemento de
progreso en nuestra ciudad, el Club Cámara proyecta abrir
rutas turísticas y gastronómicas creando el “blog tryp” para
atraerse a los blogueros influyentes que impulsan esta
iniciativa. La apuesta por la participación de empresarios
marroquíes como propulsores de eventos en nuestra ciudad,
también contribuirá a mejorar las posibilidades de
desarrollo.
El planteamiento de introducir nuevas ideas y proyectos,
llevar a la práctica propuestas de impulso económico con
horizonte de negocio, contribuye a mejorar el tejido
productivo local que, curiosamente, en esta ocasión, no ha
contado con la presencia ni el respaldo de ningún miembro
del Gobierno local. Un hecho poco entendible, cuando se ha
puesto tanto énfasis en la Mesa por la Economía y ahora, un
asunto eminentemente económico de la Cámara de Comercio, no
cuenta con la implicación del Ejecutivo ceutí. Cuando tantas
veces se ha dicho que es la iniciativa privada, el sector
empresarial de Ceuta, el verdadero impulsor para mejorar la
situación económica, no se entiende cómo se le deja huérfano
en esta iniciativa de marcado matiz económico
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