España jugó ayer contra los elementos en Isla Margarita y
frente a Hungría, a la que derrotó por 8-9 (2-2, 3-3, 2-3 y
1-1) en un combate cuerpo a cuerpo, donde cada balón y cada
movimiento iban a resultar a la postre decisivos. Las
jugadoras de Miki Oca acceden así a su tercera final
consecutiva tras los Juegos Olímpicos y el Mundial, por lo
que siguen haciendo historia. Las españolas jugarán este
sábado la final desde las 18:00 horas frente a Holanda, que
en la otra semifinal derrotó por 11-12 a Italia.
El conjunto español demostró un gran hambre de victoria pese
a sus dos grandes medallas en Londres y Barcelona y el
inicio del partido fue realmente esperanzador, con un 0-2 de
parcial gracias a Jennifer Pareja y Anni Espar. Pero la
concesión era mucha para una Hungría dispuesta a dar batalla
y a contar con su público para alcanzar su fina, que acabó
forzando el 2-2 al final del primero de los cuartos.
Durante el segundo cuarto el partido se mantuvo con una gran
intensidad, con una Hungría que, con sus continuas faltas,
impedía que España pudiese hacerse con el control del
partido. El tercer cuarto comenzó con un 5-5 en el marcador.
España, liderada por una gran Maica García, que firmó cuatro
goles, consiguió ponerse nuevamente por delante, aunque las
húngaras, siempre metidas en el partido, impidieron que la
ventaja de las españolas al inicio del último cuarto fuera
mayor de un gol (7-8).
El último parcial arrancó con todo por decidir. En juego
estaba nada menos que el asegurarse una medalla en el
Europeo y tener la posibilidad de colgarse el oro. La
concentración del equipo de Miki Oca fue máxima. Así, y tras
poner el 7-9 en el marcador, España terminó cediendo
prácticamente en la última jugada el 8-9 definitivo que le
permitirá enfrentarse el sábado a Holanda por la medalla de
oro del Europeo.
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