Un total de 36 personas han sido detenidas y otras cuatro
han sido imputadas por pertenecer a dos organizaciones que
se dedicaban a la distribución de droga a países europeos
desde Melilla, una operación en la que se ha intervenido más
de media tonelada de hachís, 22 vehículos de alta gama y
124.000 euros en efectivo.
En el marco de la operación ‘BIMBI-EMBK’, desarrollada en
colaboración con Europol, la Guardia Civil ha racticado
cinco registros domiciliarios en Melilla, dos en Málaga,
cuatro en Almería, dos en Aranjuez, y otros dos en
Ámsterdam, uno en una embarcación deportiva en Almería y uno
en un locutorio de Aranjuez.
Además del hachís y los vehículos de alta gama, se han
intervenido una embarcación deportiva, una moto acuática, 46
teléfonos móviles y otros dispositivos de última generación,
moneda extranjera, ordenadores y abundante documentación,
informa la Guardia Civil en una nota de prensa.
La operación se inició en agosto del pasado año, cuando los
agentes interceptaron en Melilla importantes cantidades de
droga en varios vehículos de alta gama con sofisticados
dobles fondos donde las personas que transportaban la droga
viajaban en familia y con sus propios hijos de corta edad
para no levantar sospechas.
Se descubrió que varias personas disponían de
infraestructura en Países Bajos, donde practicaban dobles
fondos en vehículos para trasladarlos posteriormente a
Marruecos y cargar la droga. Intentaban pasar por el puerto
de Melilla y, si comprobaban la existencia de presión
policial, se desviaban a Ceuta o Tánger, donde embarcaban
con destino a Algeciras para distribuir luego la droga en
Países Bajos y Alemania.
Uno de los procedimientos practicados en los dobles fondos
consistía en accionar el botón de la calefacción de la
luneta trasera mediante la consola del vehículo. Para llegar
a él había que accionar primero el botón de la calefacción y
después presionar un mando a distancia para abrir la parte
trasera del asiento, donde se encontraba el doble fondo,
siendo imposible su detección y apertura si no se seguía
esta secuencia.
Otras veces transportaban la droga desde una embarcación
hasta el mar de Alborán para traspasar el hachís a otra
embarcación y dirigirse hasta puerto de Almería.
Posteriormente, la droga era trasladada en vehículos a una
nave para su distribución.
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