En la zona donde se encuentra en “scanner” para el control
de los equipajes de los pasajeros en la zona habilitada de
la Estación Marítima, el subsecretario del Ministerio del
Interior, Luis Aguilera Ruiz, preguntó a los agentes de
servicio: ¿Han venido los de la evaluación Schengen?
-Sí, dos veces. Salvo algunas peculiaridades, nos dieron su
visto bueno. No hubo indicaciones de envergadura. Se van
impresionados del volumen de actividad pero no del trabajo.-
dijeron al subsecretario de Interior que asintió con la
cabeza al conocer este testimonio en respuesta a su pregunta
en presencia del Delegado del Gobierno.
Allí se le informó de los dos controles que se establecen:
el de la policía y el de entrada al barco. En el primero,
para cumplimentar los requisitos exigibles en cuanto a
documentación o visados y en el segundo para la relación
nominal de embarque con la identificación con DNI.
Se le informó que los fines de semana son especialmente
intensos en cuanto a tránsito: desde el jueves por la tarde
hasta el domingo, aunque este último día, como le indicó el
delegado del Gobierno, “suele pegar un bajón”. También se le
indicó que, en la actualidad, la Operación Paso del Estrecho
se acusa más desde Algeciras hacia Ceuta, siendo los
primeros de mes y las quincenas, los períodos más acusados
de trasiego de personas y vehículos.
A su llegada a la zona del Resguardo Fiscal de la Guardia
Civil (lugar de encuetro con los medios de comunicación), se
informó al subsecretario de Interior de los dobles controles
establecidos: el de la Guardia Civil para detectar droga y
al final de la explanada la supervisión de pasaportes y
visados a cargo de la policía y el control de embarque por
parte de las navieras que operan en la línea del Estrecho.
También se le indicó a Luis Aguilera Ruiz, que se han
habilitado dos o tres carriles para una mayor fluidez del
tránsito lo que permite que unos 250 discurran hasta una
explanada con capacidad para 1.100 vehículos. También se le
informó del carril específico para camiones.
En la zona de control de la Guardia Civil supervisó el
ordenador con las alertas en rojo o verde a la hora de
detectar si hay o no calor humano en los camuflajes que
pudieran darse en espacios ocultos de vehículos.
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